Barbón se centra en IU para «buscar la estabilidad política para cuatro años»

Eso sí, volvió a dejar claro que «vamos dando pasos para buscar la estabilidad política de Asturias para los próximos cuatro años. Porque no sólo se trata de lograr la investidura del presidente, eso es algo básico, sino que luego tienen que negociarse y aprobarse leyes y la más importante de todas, que son los presupuestos del Principado de Asturias para 2024, que es el primer reto que tenemos».

Para lograr dicha estabilidad, según el presidente en funciones, «lo cierto es que el camino enfoca directamente a Convocatoria por Asturias, y en eso estamos. Cuando tengamos algún acuerdo lo haremos público, lo explicaremos, diremos en qué dirección va, cuáles son los sentidos de esa estabilidad, de ese compromiso de dar recorrido a la legislatura, que sea útil, pero ahora no puedo decir mucho más».

Por otra parte, ayer se reunió la mesa de la Junta General para temas administrativos, como la aprobación de los 14 diputados que serán titulares en la Diputación Permanente, y el lunes, en principio está previsto que se fije para el 1 de agosto la fecha de la toma de posesión de Barbón como presidente del Principado por segunda vez. Con todo, Barbón precisó ayer que «si se me vota el día 19, la fecha de investidura sería una, y si se me vota el día 21, la fecha de toma de posesión del presidente sería otra. Pero eso ya no depende de mí, sino de los grupos y de si van apoyarme en la primera vuelta o no. No pasa nada, porque la vez anterior salí elegido con 22 votos y aquí estoy».

Hoy, por otro lado, el presidente se reunirá con los portavoces de los grupos parlamentarios de la Junta, en una serie de encuentros «protocolarios» cuyo sentido será el «de intentar que el tono de la legislatura sea útil, respetuoso y nada crispado en el Parlamento de Asturias», indicó Barbón, que también subrayó que «excluyo de la negociación a Vox por una sencilla razón, y es que con alguien que niega la violencia machista yo poco voy a poder hablar». En todo caso, acotó que «es sencillo y, por lo que estoy viendo, no es que tampoco haga aportación muy positiva en el Pleno de Oviedo. Los excluyo por ese motivo, respetando a sus votantes e intentando convencerlos de que el voto de cabreo que mucha gente hace en relación con Vox es un voto errado, porque luego no repercute en la utilidad para la mejora de la vida de la gente».

En lo tocante a la política nacional, el presidente asturiano manifestó que «estoy muy preocupado por el clima de la política nacional, por el clima de la política madrileña, que es excesivamente tóxico, huraño y con muchísima tensión. A mí eso me preocupa y yo no creo que Asturias sea eso», indicó, motivo por el que considera que «uno de los retos de las conversaciones con alcaldes y oposición es que aquí cada uno defienda lo que quiera defender desde su óptica ideológica, pero que lo haga con respeto, que no cuesta nada».

Y volvió a repetir uno de sus lemas de campaña de las autonómicas: «Soy socialista desde los 17 y asturiano desde que nací, y si algún día tengo que decidir cuál es la prioridad, la prioridad es Asturias».

Con todo, Barbón estaba ayer especialmente interesado en subrayar que «es posible un clima más rebajado de esa crispación. ¿A qué se debe? Tengo la teoría de que a los radicalismos en política, los extremismos y en estos momentos el extremismo que más empuje tiene es la extrema derecha, hacen un efecto contagio a la política global». Y «me procupa que haya contagiado al PP en algunos tonos o posicionamientos de ese radicalismo. Por eso vale más rebajar el tono todos. Yo respeto a las personas por encima de todo y es un elemento clave».