Barbón asume parte de la responsabilidad en el «fracaso colectivo» de la oficialidad

No obstante, quiso recordar también que hace doce años eran solo cuatro los diputados que se sentaban en la Cámara asturiana dispuestos a llevar a cabo una reforma que incluyera la oficialidad de la llingua, «y hoy nos sentamos 26», por lo que puso como horizonte la próxima legislatura para alcanzar este objetivo. «La gente que hoy esté frustrada debe saber que hay unas elecciones en el 2023 en las que se puede coger la papeleta de aquellos partidos que defienden la reforma del Estatuto y el reconocimiento de las lenguas propias, o coger la papeleta de partidos que, directamente, quieren que deje de existir la autonomía política».

Se refería a Vox, cuyo portavoz, Ignacio Blanco, fue el encargado de llevar el debate en torno a la ruptura de las negociaciones a la Junta en forma de pregunta al presidente. «¿Cuándo dejará de entretenernos con la oficialidad y el Estatuto para centrarse en los problemas reales de los asturianos?», le preguntó Blanco para, a continuación, reconocer que había «disfrutado enormemente» con el fracaso del bloque de la izquierda en su intento de «imponer» la oficialidad y también con la «enorme crisis de la izquierda» que, en su opinión, ha generado del propio Adrián Barbón, «responsabilizando a Podemos, que ahora quiere ser amigo suyo, del fracaso». «Es más predecible que un calendario», le respondió Barbón.

En el que era el primer turno de preguntas al presidente desde que comenzara este periodo de sesiones, Barbón tuvo también uno de sus habituales enfrentamientos dialécticos con la portavoz del principal partido de la oposición. La popular Teresa Mallada le cuestionó si el Principado iba a hacer «seguimiento» para que el Gobierno central ponga en marcha en el periodo de tres meses un estatuto específico para la industria de alto consumo energético, tal y como recoge la proposición de ley que fue aprobada en la Junta y que hace apenas unos días fue tomada en consideración en el Congreso. «No se aprobó una ley, se aprobó una toma en consideración y por lo tanto no entra en vigor ningún plazo de tres meses», le corrigió Barbón, quien criticó el tono «agresivo» e «impropio» que, bajo su punto de vista, utilizó Mallada en el Congreso durante la defensa de esta iniciativa. «Me queda la duda de si iba a defender la industria asturiana o a hacer puntos para ver si algún dirigente del PP la ve y la dejan por fin convocar un congreso», le espetó.

Barbón también le afeó que «hablara mal» de Asturias, a lo que Mallada le respondió tajante: «Tiene usted un problema de identidad. Señor Barbón: usted no es Asturias y Asturias, gracias a Dios, no es usted por muchas cruces de la Victoria que lleve en la corbata».