Barbón se reúne con el ministro de Fomento para buscar soluciones al caos de cercanías

El calendario que hasta ahora se conoce sobre la variante de Pajares apunta a la finalización de las obras a finales del próximo año, para activar la fase de pruebas a lo largo de 2021. El inicio del montaje de vías en la vertiente asturiana, desvelado por EL COMERCIO, da esperanza a que la previsión vaya por buen rumbo, pero existen incertidumbres pendientes. No están contratadas las obras de ventilación de los macrotúneles, ni la que otorgará sostenimiento definitivo a la ladera de Campomanes. Los técnicos, hasta ahora, son también remisos a concretar cuánto puede durar la fase de ensayos y si es por tanto razonable esperar que los asturianos utilicen esta infraestructura que acorta en unos 45 minutos el tiempo de viaje a Madrid a partir del año 2022. Hay dudas también sobre si el nuevo modelo AVRIL, que Talgo está fabricando para Renfe, será el encargado o no de estrenar los túneles. También si, definitivamente, la apertura de la variante supone el cierre de la rampa de Pajares o se logra un uso alternativo para la misma.

En lo tocante a cercanías, hay un pesimismo fundado. El comité de empresa de Renfe estima en 4.000 las cancelaciones sufridas este año, fundamentalmente en los servicios de Feve. La mayor causa de incidencia responde a la falta de repuestos y la avanzada edad del parque ferroviario de ancho métrico. La compañía tiene en tramitación un pedido de nuevas unidades pero no se espera que lleguen antes del año 2022, con el condicionante añadido de que los planes de cercanías actuales programan que la mayoría de ellas recalen en Cantabria y no en Asturias. El presidente autonómico Adrián Barbón ya ha avanzado que reclamará un plan de choque para agilizar las mejoras que sean posibles.

Su vicepresidente, Juan Cofiño, desveló en una entrevista en EL COMERCIO que entre sus urgencias está negociar con el ministerio y Renfe una nueva programación de cercanías en la que se otorgue más peso a los servicios semidirectos o lanzaderas entre los principales núcleos. Es un planteamiento que quiere compaginar con la potenciación de la estación de Pola de Lena. De alguna manera Cofiño recoge en esta cuestión el testigo de sus dos antecesores, Benigno Fernández Fano y sobre todo Fernando Lastra, quienes ya trataron de persuadir al ministerio de la necesidad de un reajuste en las frecuencias de cercanías. El verano pasado de hecho Fomento se dijo abierto a recoger las sugerencias del Principado, algo en lo que ahora el vicepresidente quiere ahondar creando un grupo de trabajo que analice línea a línea los cambios horarios.

Visitar el Ministerio de Fomento supone poner a prueba ciertos anuncios lanzados durante el verano. Es el caso del plan avanzado por EL COMERCIO y según el cual el Principado va a persuadir al departamento de Ábalos para ampliar las bonificaciones de los peajes del Huerna, en especial en lo tocante al transporte de camiones.

La propia reunión supone un hito. En la legislatura pasada el ministro Ábalos tardó 160 días en entrevistarse con el presidente autonómico, Javier Fernández. Fue, eso sí, con una visita de dos días a la región y el único encuentro entre ambos mandatarios. Barbón ha preferido no esperar a que el ministro en funciones tenga hueco para visitar Asturias y 58 días después de su toma de posesión se ha desplazado a la sede del ministerio, acompañado de su vicepresidente y consejero de Infraestructuras, Juan Cofiño.