El Banco Europeo de Inversiones mantiene el préstamo a Renfe pese al fiasco de los trenes

El fiasco ferroviario, destapado por EL COMERCIO, provocó la dimisión del presidente de Renfe, Isaías Táboas, y la secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera. El vicepresidente del BEI, Ricardo Mourinho, indicó ayer en una rueda de prensa que fueron informados de que había que hacer modificaciones al proyecto, pero normalizó el inconveniente. «Pasa algunas veces en los proyectos», señaló.

Con todo, aseguró el apoyo económico siempre que «haya una justificación y no cambien los principios» del proyecto. Según la documentación pública del BEI, la iniciativa a la que acordó prestar 150 millones implica la adquisición de 26 unidades eléctricas para los servicios de cercanías de Asturias y Cantabria y cinco de tracción mixta para servicios regionales entre Oviedo, Santander y Bilbao. Los trenes sustituirían a unidades «obsoletas», «revitalizando» el servicio ferroviario. La entidad financiera valoró el recorte de emisiones que implica, cifraba en 1.700 empleos los ligados a la contrucción de los trenes y calculaba que los trabajos terminarían el 31 de diciembre de 2024. El nuevo calendario implica que las primeras unidades no estarían circulando hasta 2026.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, firmó con los presidentes de Asturias y Cantabria, Adrián Barbón y Miguel Ángel Revilla, una serie de compensaciones por esa demora. Las mismas incluyen renovar toda la flota de ancho métrico en ambas comunidades, extender los abonos gratuitos hasta que se culmine este contrato y nombrar a un comisionado para el plan de cercanías.