Riberas sabe a bollinas por San Blas

Ayer una treintena de vecinos se volvieron a dar cita en el local de su asociación, junto a las antiguas escuelas del pueblo, para degustar este dulce y pasar una mañana de domingo en compañía. Desde el mediodía los concursantes fueron pasando por el local para presentar a los organizadores del concurso sus creaciones.

Las normas son sencillas. Cada participante presenta seis bollinas que deberán haberse hecho a la manera tradicional, es decir, con el relleno a base de nuez y fritas en aceite. La mayoría de los participantes optaron además por aderezarlas con azúcar y anís. En esta edición se presentaron 12 propuestas, cinco menos que en la edición pasada, aunque como señaló Juan José Galán, miembro de la organización, lo principal es mantener la tradición. «Lo importante es que esto no se pierda y que la gente se anime a participar», explicó.

Tras la presentación de los participantes, el jurado formado por Eva Muñoz, Marián Florez y Aarón Fernando Antuña se encargó de probar cada una de las propuestas y valorarlas. «Se valora la textura, los ingredientes, que no esté muy grasienta, la presentación y por supuesto el sabor», señaló Eva Muñoz mientras se preparaba tras el biombo improvisado con cartones para probar las bollinas de este año.

Mientras el jurado cortaba, probaba y valoraba las bollinas en la otra parte del local seguían entrando vecinos que no quisieron perderse el anuncio de los ganadores así como el vermut que acompañó a la espera. Entre esos vecinos estaba Karín García, el pequeño de 7 años que el año pasado se proclamó como el vecino más joven en ganar el concurso gracias a los dulces que hizo con su abuela.

Este año sus expectativas estaban altas y así lo demostraba mirando nervioso los paneles de cartón tras los que se encontraba el jurado y esperando a que se emitiera el veredicto. «Estoy muy emocionado», repetía a los presentes, aunque esa alegría se reflejaba en su cara. Karín no fue este año ganador del concurso aunque eso no desmereció el trabajo que llevó a cabo y no le impidió disfrutar de los dulces.

Quien sí se hizo con la 'Bollina de Oro' fue Maruja Calvo Colao, vecina de Riberas. No es la primera vez que gana aunque ante el anuncio de su primer puesto le hizo la misma ilusión que la primera vez. Ejemplo de ello fue la sorpresa cuando el jurado dijo su nombre y su alegría al recoger la cesta y el diploma. «Participo todos los años y ya gané alguna vez. Lo mismo con el concurso de tortillas y con todo lo que se hace», explicó. Su secreto para que las bolinas salgan perfectas no es otro que «hacerlas como se hicieron toda la vida. Como las hacía mi abuela».

El jurado explicó que «estaba muy difícil la elección» y ensalzó el alto nivel de los participantes en esta edición.

El segundo puesto fue para Patricia Arias Iglesias y el tercer premio para Flor González Suárez, que recogieron sus cestas con orgullo y alegría por seguir siendo parte de una tradición que aúna a jóvenes y mayores y de la que Riberas espera seguir presumiendo muchos años más.