Una vespa velutina, a la izquierda, persigue a una abeja, a la entrada de una colmena. AFP

La velutina adelanta su desarrollo, ya supera la cordillera e invade León

Los expertos indican que las altas temperaturas propician su proliferación y que los trampeos se hacen «tarde y con técnicas poco selectivas»

María Agra

Gijón

Lunes, 17 de julio 2023, 03:13

La avispa asiática sigue extendiéndose. De hecho, según indican los expertos, toda Asturias está ya invadida. Desde los primeros avistamientos de esta especie invasora en el occidente asturiano en 2014, procedentes de un foco de Galicia, hasta hoy, la velutina ha ido ganando terreno hasta instalarse en prácticamente la totalidad de la región, subiendo poco a poco en altitud. Sólo el año pasado, en total, se eliminaron 11.909 nidos, un 36,75% más que en 2021.

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Esa subida progresiva de altitud ha hecho que el año pasado ya estuviesen en zonas tan altas como Ibias o Degaña, y que este año hayan superado ya la divisoria de la cordillera Cantábrica, instalándose no sólo en León, sino incluso, según los últimos casos documentados, en el norte de Palencia y hasta en zonas de Zamora, muy al sur de Pajares. Si bien en un principio se pensaba que la avispa asiática sólo alcanzaba los 400 metros de altitud, el tiempo ha demostrado que la realidad es otra. Tal y como afirma el especialista en trampeo y eliminación de nidos de avispón asiático en Asturias Marino Fernández, su alcance va «desde el nivel del mar, es decir, desde los cero metros de altitud, hasta los 1.300 metros».

Composición del interior de un nido de avispa asiática. E. C.

«Hay un 60% más»

Pero además de haber ido ganando espacio en altura, la avispa asiática también ha adelantado este año su desarrollo. Las altas temperaturas y la primavera extremadamente seca que se vivió en Asturias han propiciado su proliferación. «Están trabajando muy rápido y van con entre 15 y 20 días de adelanto e, incluso, casi un mes en algunas zonas», apunta Fernández.

  • 11.909 nidos de velutina que se eliminaron, en total, el año pasado en la región

  • 60% más de avispas en Asturias respecto al número que había en 2022, según los expertos

  • 1.300 metros de altitud, máximo alcance en altura de la avispa asiática documentado

Esto se debe, principalmente, a la falta de heladas durante los meses de febrero y marzo, que coinciden con el final de su periodo de hibernación y, por lo general, eliminan buena parte de avispas reinas. «Esta primavera no ocurrió eso, así que sobrevivieron todas y estamos teniendo un índice mayor de nidos», explica Lolo Andrade, uno de los mayores expertos nacionales en la velutina. En Galicia, tierra a la que pertenece y en la que trabaja, «tenemos ya un 60% más de avispas que el año pasado y, en Asturias, más de lo mismo; este año está habiendo más que nunca», añade.

Por eso es tan importante el trampeo primaveral de reinas como medida de prevención (cada reina que se captura es un nido menos), aunque algunos expertos reportan que no se está haciendo de la forma correcta. El Plan de Actuación para el control de la avispa asiática en Asturias, impulsado por el Principado, autoriza el trampeo desde principios de febrero hasta finales de junio, pero en la mayoría de los casos se empieza tarde. «De febrero a mayo el número de reinas va en aumento, pero a partir de ahí disminuye porque se instalan y entran en funcionamiento las obreras. Salvo apicultores y fruticultores, es en ese momento cuando la gente ve mayor número de velutinas y empieza a trampear», explica el experto Félix Méjica, portavoz de la plataforma Stop Velutina y presidente de la Asociación en Defensa de las Abejas del Principado de Asturias (Adapas). Lo que empezó siendo una «herramienta circunstancial» para combatir a la velutina, «se ha ido de las manos y ya no lo controla nadie».

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En ese sentido, muchos expertos llevan años reivindicando que la avispa asiática debe ser erradicada con «métodos técnicos y científicos» que nada tienen que ver con las «miles de trampas poco selectivas que hay por la naturaleza», anota Méjica.

El experto Marino Fernández elimina un nido de avispas en Navia. E. C.

Donde sí ha habido un avance «muy significativo» es en las medidas paliativas, centradas en la neutralización o destrucción de nidos. «Si antes teníamos que utilizar 750 mililitros de biocida (que equivale a 750 gramos) para eliminar un nido, ahora utilizamos menos de un gramo y se elimina el nido, por grande que sea», señala Fernández, un avance que ha sido posible gracias a pasar de los sprays tradicionales antiavispas a la utilización de geles. No obstante, el problema de la velutina sigue sin solución. «Llevamos cuatro años trabajando con la Universidad de Jaén, haciendo pruebas, y no aparecen resultados. No se encuentra un atrayente exclusivo para avispas, caen insectos de todo tipo. El 92% son moscas, algunas tan buenas polinizadoras as como las abejas. No podemos acabar de esa manera con la biodiversidad», advierte Méjica.

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