Talgo avanza que el lunes entrega el tren Avril y Barbón lo pone en duda: «En esto soy incrédulo»

En base a una anterior previsión del fabricante, el ministro repitió en enero y febrero que a primeros de marzo se pondrían a la venta los billetes y que los trenes estarían circulando antes de que terminara el mes. Al llegar el momento de la verdad, su departamento confirmó que no. Las pruebas de fiabilidad, que implican que cada unidad debe cubrir 25.000 kilómetros sin problemas, no estaban dando el resultado esperado. Tres de cada cuatro recorridos hechos en la semana anterior terminaron con la unidad detenida. El software de la máquina interpretaba mal una situación con la tensión eléctrica, deteniendo el avance.

El enfado fue mayúsculo. El Principado exigió «compensaciones» por el retraso de unos trenes en los que había basado una de sus campañas de promoción turística. Transportes accedió a poner 2.000 asientos a la semana a un precio de 25 euros, además de comprometerse a financiar campañas promocionales hasta el verano que viene.

El equipo del ministro también movió ficha. Renfe comunicó a Talgo que en base al contrato suscrito a partir del 1 de abril aplicaría una penalización diaria de 80.000 euros por cada jornada de retraso. También elevó a 166,6 millones la reclamación que amenaza con aplicarle una vez entregue las unidades.

El fabricante echó el resto y en las últimas sesiones dio con la clave que detenía los trenes. Las unidades siguen circulando para completar todo el proceso. En paralelo, Renfe dispone de algunos trenes para ir formando a sus maquinistas en el manejo. Talgo ya había comunicado a sus accionistas que confiaba en entregar los quince trenes Avril de rodadura desplazable y los quince de ancho estándar en el primer cuatrimestre. El ministerio, por su parte, se comprometió con el Principado a tener los trenes en servicio comercial en un máximo de quince días desde su entrega. Si esta vez la fecha es la buena y Transportes cumple, la nueva operativa debería estar el día 23 de abril a más tardar, algo que plantea una nueva eventualidad. Renfe vende billetes de Alvia hasta el día 6 de mayo; cumplir esos 15 días máximos obligaría a recolocar en los nuevos trenes a quien ya tiene plaza.

Con todo, Transportes insiste en su posición de prudencia y en no comprometer fechas hasta que Renfe recepcione los trenes. Se da por hecho que habrá acto público de presentación de los trenes con el ministro.

El Principado, por su parte, hizo gala de la misma cautela. «En esto quiero que me lo anuncien cuando esté la fecha cerrada de puesta en funcionamiento», dijo el presidente Adrián Barbón. «Comprenderán que a pesar de que suelo ser bastante creyente, en esto me he convertido en un incrédulo absoluto», confió. «Sé que el problema está en Talgo que lleva retrasando la entrega más de dos años y medio respecto a la fecha original», señaló.

Sí recordó Barbón que existe «un problema de credibilidad del ministerio ante Asturias», si bien «no es un problema del actual equipo, que lleva muy poco tiempo, pero es un problema que tienen que resolver, porque no puede ser que cualquier plazo que se dé sobre Asturias siempre tenga problemas». «Confío en el ministro en este sentido, pero hay que ser exigentes. Es un plazo de entrega escandaloso y cuando se confirme que al día siguiente se ponen a la venta los billetes yo me lo creeré», manifestó.

En el caso de la línea Gijón-Madrid, todo indica que la entrada en servicio del Avril motivará un cambio de cartelera en dos fases. En un primer momento lo esperable es que las restricciones por obras en Chamartín obliguen a Renfe a seguir con cuatro frecuencias diarias por sentido; en vez de operarlas todas con el S-130 que presta el servicio Alvia y dispone de 299 plazas, dos pasaría a hacerlas con el S-106 AVE (de 507 asientos) y otra con el S-106 AVLO (de 581).

Eso supondría que la conexión eleve su capacidad de las 2.392 plazas diarias actuales hasta las 3.788, un incremento del 58%. Una vez Chamartín admita más circulaciones, se ganarían dos frecuencias más por sentido de Alvia, logrando así 4.985 plazas diarias de tren entre Asturias y Madrid.