Simulacro de evacuación de una camilla con un accidentado en un barranco. GUARDIA CIVIL

La inexperiencia y un aumento de salidas a la montaña disparan los rescates

La Guardia Civil insta a planificar las excursiones y llevar el material adecuado para evitar los «fallos de base» que acaban en accidentes

GLORIA POMARADA

cangas de onís.

Sábado, 8 de agosto 2020, 12:39

Tras meses de confinamiento, este verano las ansias de disfrutar de la montaña ebullen en zonas como los Picos de Europa. Esta última semana, solo en la montaña oriental, el Servicio de Emergencias (SEPA) y la Guardia Civil han realizado ocho rescates en apenas dos días por golpes de calor, desorientaciones y lesiones. La percepción de la Sección de Rescate e Intervención en Montaña (SEREIM) de la Guardia Civil de Cangas de Onís es que, ante lo económico de salir al monte y la idea que asocia el aire libre a un menor riesgo de contagio de coronavirus, «hay bastante más actividad montañera», sobre todo de grupos de con «poca formación y experiencia». Así lo explica el teniente Pablo Villabrille, jefe de la Sección de Montaña de Cangas de Onís, quien recuerda la necesidad de distinguir entre dos tipos de colectivos: de un lado los montañeros experimentados y, de otro, aquellos que se lanzan a las rutas sin conocimiento ni preparación. Los primeros, precisa, «no están libres de tener un accidente», si bien los «fallos de base» siguen concentrándose en los senderistas con menor cualificación.

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Un ejemplo lo encuentran año tras año en la Ruta del Cares, «una senda técnicamente sencilla» a la cual muchos visitantes «llegan sin conocimiento de qué van a encontrar». «Con una orientación sur y poco viento al estar acañonado tienes golpes de calor, deshidrataciones... El otro día sacamos a un hombre que a la vuelta tuvo un esguince. Pero si en vez de resbalar tropiezas y te caes al Cares, te matas», recuerda el teniente Villabrille.

Este verano se ha topado también con casos tan extremos como el de un grupo que pretendía llegar al Urriellu guiándose por una captura de pantalla. «Hay gente que intenta ir a los refugios sin conocimiento del desnivel, la distancia, los horarios, material... Piensan que se van a encontrar con una senda marcada y en Picos es muy difícil orientarse. Si le añades niebla o que se echa la noche, ya tienes todos los ingredientes para acabar teniendo un rescate», explica.

La casuística de las situaciones de riesgo es amplia y, a pesar de que «afortunadamente un mínimo porcentaje acaba en accidentes», toda precaución es poca. «Solo tienes que dedicar quince minutos para obtener información y planificar para que dejes las menos cosas posibles sin prever», indica. Los consejos van así encaminados a preparar con detalle el recorrido, ver los metros de desnivel, descargar tracks, atender a la meteorología, portar víveres, agua y ropa de abrigo ligera, no sobrestimar la capacidad física y adecuar los horarios para evitar las horas centrales del día.

Sin cobertura en los Picos

A ello se suma la cuestión de la señal telefónica, pues «en Picos de Europa en muchas ocasiones no hay cobertura de ninguna compañía de teléfono. La gente muchas veces confía en poder llamar al 112 y no en todos los sitios que tengan un problema van a poder hacerlo», advierte. Por ello, «es importante dejar dicha la actividad que van a hacer con detalle y no salirse de ella», así como acudir en grupos mínimos de tres personas. «Si una persona se accidenta, otra se queda con él y el tercero va a pedir socorro si no hay cobertura», detalla. En el caso de los track descargados, lo prudente resulta cotejar con el plano; mientras que en los GPS se debe tener en cuenta el datum (conjunto de puntos de referencia). «Es el WGS 84. Si utilizas un datum que no es el mismo en el que se descargó el track, puede haber un desfase de 300 o 500 metros y eso en montaña es mucho», explica.

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