El atropello de un jabalí desencadena una odisea en el tren de Ferrol a Gijón

Ello no impide que el enfado sea monumental. Una de las usuarias se puso en contacto con EL COMERCIO para indicar que «es un servicio que ya de por sí es muy lento, viene a tardar unas ocho horas entre Ferrol y Gijón, mientras que en coche es un trayecto de dos horas y media». La comparación no se sostiene.

Más aún, esta misma usuaria, en el viaje de ida de Gijón a Ferrol, tuvo que «trasbordar en tres ocasiones, en Pravia, que es habitual, pero también en Ribadeo, cuando tuvieron que cambiar la unidad sin explicarnos el motivo, y luego en Cerdido, porque el tren que venía de Ferrol tuvo una avería y, al estar más cerca ese de su cabecera que en el que nosotros veníamos, nos cambiaron de tren para el averiado, para que recorriese menos kilómetros hasta el taller». Los trasbordos «son incómodos, porque muchos venimos con equipaje y bicicletas».

El enfado de los pasajeros era patente. La comunicante anotaba desde el propio tren que «hay varios viajeros que están poniendo reclamaciones a través del correo electrónico». Esa misma actitud se dio en varios casos nada más llegar, pasadas las cinco y diez de la tarde, a la estación provisional de Gijón. Varios de los viajeros se dirigieron inmediatamente al servicio de Atención al Cliente, puesto que al retraso y los inconvenientes que ello generó hubo que sumar «la grave falta de información que sufrimos, con tramos, como entre Muros y Gijón, sin revisor. A la ida, además, el servicio sale de Gijón a las siete de la mañana, y las taquillas no abren precisamente hasta esa hora, así que tienes que venir con el billete ya comprado o adquirirlo en las máquinas, que no siempre funcionan bien».

Resignada, la comunicante indicó que «Esta vez he tardado más de diez horas en llegar de Ferrol a Gijón. Es como dar media vuelta al mundo».