Los atascos de la 'Y' hicieron perder un vuelo a una veintena de pasajeros

A las 9.25 horas de ayer salía hacia Madrid el vuelo de Iberia 0479, que pese a retrasarse diez minutos no alcanzaron a llegar una veintena de pasajeros atascados en las retenciones de la autovía A-8. Un imprevisto con el que no contaban y que le sumó a sus trayectos hasta el aeropuerto casi una hora más de lo habitual. Todos ellos mostraron ayer su malestar por la escasa información acerca de los cortes, pero también por la falta de personal de tráfico para regular la situación.

Como viene siendo habitual, los pasajeros programaron su desplazamiento para llegar, al menos, con una hora de antelación al control de seguridad del aeropuerto. Un tiempo que, normalmente, es más que suficiente para llegar con tiempo a la puerta de embarque, debido al tamaño y a la afluencia que presenta normalmente esta instalación. Sin embargo, no contaban con que ayer tendrían que añadir más de media hora de espera en mitad de la autopista. Tampoco lo tuvieron en cuenta desde las empresas de transporte público, ya que los autobuses con destino al aeropuerto desde Gijón mantuvieron su itinerario habitual, lo que provocó que muchos de sus usuarios también llegasen con retraso.

«Salimos de casa, en Gijón, pasadas las 7.30 horas y a las 7.45, unos cuatrocientos metros antes de llegar al viaducto de Somonte, en el carril de incorporación ya comenzaban las retenciones», explicaba un afectado, asegurando que a esa hora el tráfico estuvo detenido en los dos carriles y que tardaron en llegar desde ese punto hasta la zona de las obras, poco antes del nudo de Serín «entre 35 y cuarenta minutos», en los que llegaron a estar «literalmente parados». Un atasco importante, en el que le sorprendió que no había presencia de la Guardia Civil.

Sin embargo, este usuario de la autovía reconoció que «en el carril derecho el firme estaba muy deteriorado, con varios puntos en los que el hormigón dejaba al aire la ferralla de la armadura, lo que suponía un peligro que obligaba a intervenir».