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Dicen que los niños vienen con un pan bajo el brazo. En su caso, Enzo no solo ha venido al mundo hace cuatro días ... para convertirse en el segundo bisnieto de Carmen Suárez, sino para traer consigo una sentencia por la que su bisabuela lleva esperando cuatro años. El Principado acaba de ser condenado a pagar a esta vecina de Sonande, una pequeña localidad de Cangas del Narcea, 84.000 euros como indemnización por haber sido atacada por un oso. El Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) considera que la Administración regional debe hacerse responsable de los daños sufridos por Carmen el 30 de mayo de 2021.
Ese día, domingo, paseaba, como hacía cada día, cerca de su casa. De repente, un oso salió del bosque y se abalanzó sobre ella. Eran las 21.45 horas cuando el animal, que apareció tras una curva y se puso erguido sobre las patas traseras, atrapó a Carmen como si fuera una presa con la que alimentarse. Además de romperle la cadera, le desgarró parte del rostro. Si salvó la vida fue porque sus acompañantes, Manuel José Pérez y Alfonso Rodríguez, dos vecinos que paseaban con ella, lograron ahuyentar a un animal que se la quería llevar arrastras hacia el bosque de castaños de donde había salido. Ambos vecinos han sido, de nuevo, claves en su vida. Su testimonio ha sido importante para que el TSJA haya fallado a favor de su vecina.
Hoy Carmen Suárez tiene 80 años. Sigue tan lúcida como siempre, pero su movilidad ha quedado limitada. Debe acompañarse siempre de una muleta. Porque el oso le destrozó la cadera izquierda, por lo que tuvo que ser intervenida en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). Como consecuencia de ello, tiene todavía hoy «repercusiones funcionales y dolor». No fue esa la única operación que necesitó y que la llevó a estar hospitalizada en el Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea. Como consecuencia de que el oso le clavara las garras en la cara, fue necesario someterla a una operación del lagrimal, además de la mandíbula. Cuatro años después, tiene «alteración de la respiración nasal por deformidad unilateral, pérdida de premoral y perjuicio estético moderado». Porque las cicatrices surcan el lado izquierdo de su cara, una zona en la que, afirma, no tiene sensibilidad.
Como también ha visto disminuida la confianza en sí misma. Ya nunca pasea sola. O lo hace con su hija, Mariluz, y su yerno, José Antonio, con los que sigue viviendo en la casa familiar de Sonande, o lo hace en compañía de vecinos. Porque el oso, los osos, siguen ahí. «Cada vez más. Ella vive en una zona de paso de osos, por no hablar de que la Fundación Oso está comprando parcelas por la zona para plantar cerezos con los que alimentar a los osos».
Quien lo cuenta es Juan Ramón Campo, abogado que lleva cuatro años peleando, de forma desinteresada, «porque se respeten los derechos de Carmen». Unos que, afirma, «fueron vulnerados desde el principio». Pese a que, tras la agresión, tanto el entonces alcalde de Cangas del Narcea, el socialista José Víctor Rodríguez, y quien ocupaba la cartera de la Consejería de Medio Rural, Alejandro Calvo, «la fueron a visitar y le dijeron que contara con ellos para todo». Pero fue para nada.
Porque, narra Campo, que en esta labor altruista ha trabajado en colaboración con Laura Arias, «le pusieron trabas desde el principio». Desde negarle su expediente, «lo que nos obligó a acudir, el 15 de diciembre de 2021, al Consejo de la Transparencia y Buen Gobierno». La respuesta llegó «en forma de resolución» el 9 de mayo de 2022. Se pedía a las consejerías de Presidencia, de la que dependía el Servicio de Emergencias del Principado (SEPA), y a la de Medio Rural, «que facilitasen a la damnificada toda la información relativa al ataque que había sufrido».
Una petición que, pese a su relevancia, cayó en saco roto. «Ante la absoluta falta de respuesta, el Consejo de la Transparencia volvió a reiterar su petición el 22 de junio de 2022». ¿Contestó entonces el Principado? «Lo hizo el 5 de marzo de 2023 y concediendo únicamente un exiguo acceso parcial a la documentación». Harta de tanto silencio «y preocupada porque no sabía qué hacer, como no sabríamos qué hacer ninguno ante esta situación», Campo ofrece iniciar el periplo judicial. «Ha sido muy duro, porque han pasado cuatro años con mucho silencio, que también hacía desconfiar a Carmen y su familia. No entendían cómo podía pasar tanto tiempo sin que nadie hiciera nada».
Finalmente, ha sido la Sección Segunda de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TSJA la que le ha dicho al Principado lo que tiene que hacer. Indemnizar a Carmen Suárez con 84.000 euros por las lesiones sufridas y las secuelas que le ha generado el ataque del oso en mayo de 2021. Y no solo eso, también cuestiona el proceder de la Administración regional. Critican los magistrados que una de las respuestas dadas a Carmen negándole la documentación de su expediente haya sido que lo hizo «sin especificar punto kilométrico, no teniendo legitimación alguna la presente Administración tratándose el hecho objeto de la presente reclamación (ataque de un oso a un particular) una clara causa de exoneración de responsabilidad patrimonial dado que se trata de un fenómeno imprevisible».
En el texto dejan claro los magistrados que «hacemos notar que la Administración no pone en cuestión el hecho mismo de la agresión nilos daños sufridos por la recurrente. Sino que lo que se niega es que el Principado deba responder de los mismos». Explica el fallo que «no todo daño que produzca la Administración es indemnizable sino tan sólo los que merezcan la consideración de lesión, entendida, según la doctrina y jurisprudencia, como daño antijurídico, no porque la conducta de quien lo causa sea contraria a Derecho, sino porque el perjudicado no tenga el deber jurídico de soportarlo, por no existir causas de justificación que lo legitimen», pero sí tiene derecho Carmen Suárez a la atención del Principado.
Y vuelven a señalar la incongruencia del proceder del Gobierno regional: «Debe hacerse notar la paradoja, y permítasenos la reflexión, de que el Principado indemnice los daños producidos en la cabaña ganadera por, por ejemplo el lobo, pero no así los daños causados a personas».
Para Juan Ramón Campo, la sentencia «es impecable» y espera «que el Principado no recurra», ya que «Carmen Suárez lleva cuatro años esperando que se haga Justicia y no merece, de nuevo, que el Principado le ponga las cosas difíciles». Más de lo que ya se las puso el oso.
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