«A Asturias venimos a comer»

Un plan que, «dado que solo estamos a dos horas y media de distancia en coche, hacemos muy a menudo», según explicaban apostados en la escalera 3 del Muro. Y es normal que lo hagan porque siempre viene bien cambiar de aires, de agua y hasta de suelo para recargar las pilas muy a fondo.

Además, a ellos, cruzar la frontera hacia nuestra región les permite darle una alegría al paladar porque, según confesaban, con la playa de San Lorenzo a sus espaldas, «a Asturias venimos, principalmente, a comer». Sinceridad ante todo y seguramente no sean los únicos que vienen hasta nuestra región con ese objetivo. «Es lo que más nos gusta hacer», se reían. Disfrutar de los paisajes y las calles de Gijón queda entonces en un segundo plano, aunque también es una parte importante de la escapada, todo sea dicho. «Cuando la lluvia da una tregua, es una maravilla dar un paseo al lado del mar, con este clima que hay y con la tranquilidad que se respira por aquí», prometían. «Nos gusta lo mismo que le gusta a todo el mundo que viene por esta ciudad», proseguían.

Y, después de su buena comilona y de un magnífico paseo por Gijón, a esta familia le tocaba lanzarse, de nuevo, a la carretera, eso sí: sin perder la calma, porque tenían pensado hacer parada en Llanes para alargar un poco la jornada de descanso y disfrutarla con intensidad. «Estará ya lleno de visitantes, pero da igual porque es un lugar precioso», reconocían. Tanto que es un sitio al que van bastante a menudo por cercanía, al igual que a otros como Oviedo y Villaviciosa. Queda claro que estos tres cántabros tienen un poco de alma de asturianos y, aunque los separen unos cuantos kilómetros, sienten nuestra tierra casi como si fuera la suya.

Porque, puestos a conocer nuestra región, incluso alguna vez aprovecharon uno de sus viajes exprés para dejarse caer por Somiedo y descubrir la Asturias más salvaje. Nada de rivalidad entre comunidades autónomas vecinas, porque lo mejor es ser inteligente y disfrutar, siempre que se pueda, de las bondades de ambos lugares. Que son muchas, afortunadamente, y que merecen ser exploradas. Que se lo pregunten a ellos.