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«Nunca habíamos visto algo así en mayo, las pérdidas se cuentan por miles». Son las palabras de incredulidad de los agricultores de arándanos del concejo de Nava, tras haber perdido, en apenas 30 minutos, el 95% de la cosecha de este año. En esta ocasión no fue un error humano lo que propició el desastre, sino una tormenta de granizo que arrasó, a primera hora de la tarde, con los campos del municipio naveto y dejó una postal invernal en la zona.
Las inclemencias del clima no solo han dejado su huella en las plantaciones de arándanos del municipio ya la floración del manzano también se ha visto parcialmente interrumpida. Para José Luis Vigón, de Sidra Orizon, un hecho como este puede terminar desencadenando en que una buena cosecha «ya no sea tan buena». «Se cayeron algunas flores y eso puede evitar una 'cosechona'; es lo que hay y lo que, a veces, nos depara la naturaleza», comenta. Sin embargo, matiza que el árbol de la sidra «es fuerte» y que cabe la posibilidad de que el fruto se regenere. Lo mismo piensa Fran Ordoñez, de Viuda de Angelón, quien acudirá en las próximas horas a comprobar los daños. «Cuando viene una de estas nunca se sabe», abunda.
A los productores de fabes de Argüelles en Siero la granizada les ha pillado a un mes de comenzar la cosecha. Diego Dávila es uno de los principales distribuidores del producto en la zona y asegura haber tenido suerte: «Si esto nos cae dentro de unas semanas tenemos que ponernos a resembrar la tierra».
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Uno de los principales afectados es Rodrigo Llera, quien cuenta con una plantación, ubicada en la localidad de Viobes, que alcanza una producción de 8.000 kilos de arándanos. Esperaba recoger el fruto a mediados de junio y nunca pudo imaginar que un temporal de esta magnitud acabaría con toda la producción de un año: «Es complicado saber la cantidad exacta de lo que vamos a perder porque dependemos de los precios, pero puede oscilar entre los 20.000 y 30.000 euros».
El cultivador asegura que, en esta época del año, la planta del arándano luce grande y verde «como un seto», pero en esta ocasión la virulencia de la tormenta de hielo «se llevó por delante las hojas de las plantas y los frutos. A pesar del desastre, confía en que el seguro estudie los daños en su plantación y se haga cargo de los daños económicos, después de realizar el peritaje. «Ya están avisados», indica.
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