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ANA MORIYÓN
OVIEDO.
Sábado, 27 de agosto 2022, 01:21
El Gobierno del Principado dejó sin gastar más de la mitad de los fondos covid que distribuyó el año pasado la Administración central a las comunidades autónomas para repartir, en forma de ayudas, entre las pequeñas empresas y autónomos que más habían sufrido las consecuencias ... económicas de la pandemia. Concretamente, de los 107,77 millones que el Ministerio de Hacienda asignó a Asturias para proteger a los sectores económicos más golpeados por la crisis sanitaria, solo se concedieron ayudas por 47,81 millones. Esto es, un 44,36%. Como consecuencia de ello, la Consejería de Hacienda ha tenido que devolver -en dos entregas, primero una de 40 millones y, tras resolver los oportunos recursos, otra de 17,6 millones- 57,6 millones de euros al Tesoro Público.
El Ejecutivo asturiano se afana en justificar este desajuste en lo estricto de los requisitos fijados por el Gobierno central para que los autónomos y empresas pudieran acceder a estas ayudas. De hecho, es un argumento que también se ha escuchado en boca de dirigentes de otras comunidades en las últimas fechas para tratar de explicar que no se haya utilizado el 100% de estos recursos. Concretamente, de los prácticamente 7.000 millones que repartió el Gobierno de Pedro Sánchez entre las diferentes comunidades para ayudas directas a pymes y autónomos se concedieron ayudas por importe de 5.185. No llegó al 75%. O, dicho de otro modo, uno de cada cuatro euros presupuestados para ayudar a los sectores productivos a salir del bache económico que supusieron las medidas restrictivas por la covid han vuelto al cajón de la Administración.
El caso de Asturias es más doloroso si cabe. El Principado utilizó menos de la mitad de los fondos que le correspondían, solo el 44,3%. Fue, tras Murcia (35,8%) y Castilla-La Mancha (39,4%), la tercera comunidad en la que peor se aprovecharon estos recursos procedentes de la Administración central. País Vasco (45%), Valencia (48,5%) y Aragón (48,8%) tampoco llegaron a gastar ni la mitad de los fondos que el Ministerio de Hacienda les hizo llegar el año pasado a través de dos líneas de reparto.
La primera, dotada de 5.000 millones, se distribuyó entre las comunidades autónomas de la península, y Ceuta y Melilla, en función de criterios como la caída del PIB, la pérdida de empleo durante la pandemia y el nivel de paro juvenil. La segunda, de 2.000 millones, fue específica para los dos archipiélagos, por haber sufrido un impacto económico superior por la pandemia, dada su especial dependencia del sector turístico. En este caso el reparto se realizó de forma proporcional a su peso relativo en la caída en 2020 de los afiliados a la Seguridad Social en términos netos.
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Las Islas Canarias y las Islas Baleares se llevaron el grueso de la tarta y aprovecharan al máximo los recursos. Ambos gobiernos concediendo ayudas que rozaron el 100% del montante asignado, que en el caso de Canarias ascendía a 1.144 millones, mientras que Baleares dispuso de 855,74 millones. También por encima de la media nacional, Cataluña consiguió distribuir el 84,6% de los 993,2 millones que le correspondieron, y Madrid un 83,3% de sus 679,29 millones. Así, todas las comunidades, salvo Canarias y Baleares, tuvieron que devolver al Estado un buen pellizco de los recursos que les había otorgado. Al cierre de 2021, las comunidades tuvieron que reintegrar al Tesoro Público la friolera de 776,56 millones, si bien esta era una cifra provisional a la espera de resolver los recursos pendientes.
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