Asturias repunta con 1.005.283 habitantes, pero solo nueve concejos crecen

Se mantiene el Principado por encima del millón de habitantes en todas las estadísticas que publica el Instituto Nacional de Estadística. Ayer fue el Padrón municipal oficial a 1 de enero de 2023, fecha en la que estaban empadronados en Asturias un total de 1.005.283 habitantes, con lo que supera en 597 personas la cifra del año anterior y, si bien es un repunte exiguo, indica en la misma dirección que el reciente censo, en el que la cifra es algo mayor, de 1.006.060 personas.

Más allá de las diferencias técnicas (el padrón es de actualización constante, el censo en periodos más largos), lo cierto es que Asturias no baja del millón de habitantes. Y no lo hace fundamentalmente porque compensa con inmigrantes, tanto extranjeros como del resto del país, la pérdida de en torno a 9.000 personas al año por la diferencia entre nacimientos y defunciones (las últimas casi triplican a los primeros) y por la salida de asturianos hacia otras zonas.

Más allá de la cifra global, la evolución de la población por municipios marca tendencias preocupantes. Entre el inicio de la serie oficial del padrón que publica el INE (1 de abril de 1996) y el 1 de enero de 2023, un total de 69 de los 78 concejos asturianos ha perdido población, en ocasiones de forma muy notable, con Illano como el colista en términos porcentuales, al haber pasado de 689 a 288 habitantes (ha perdido el 59% de su población de entonces). Muy similar es lo que ocurre en Ibias y Degaña, y en Pesoz, que está ya solo cinco habitantes por encima de Yernes y Tameza, el municipio con menos población.

¿Quienes ganan población? Apenas nueve municipios. Son cinco del centro de la región (Oviedo el que más, seguido de Siero, Gijón, Llanera y Noreña). Ese es el núcleo duro de crecimiento, si bien no deja de tener problemas de envejecimiento, como el resto de la región. También creció entre 1996 y 2023, en el Nalón, Sobrescobio, cuya escasa dependencia de la minería le hace comportarse de forma muy diferente al resto de la cuenca alta del Nalón. Y en el oriente, a pesar de la fuerza del sector turístico, solo crecieron en ese periodo Villaviciosa, Llanes y Cangas de Onís, mientras Ribadesella, Caravia, Colunga y Ribadedeva, pese a estar en la costa oriental, pierden población.

Resulta preocupante también el incesante desplome de concejos cuyas capitales son cabeceras netas de comarca. El caso más sangrante es el de Cangas del Narcea, con un desplome de más de 6.500 habitantes desde los 18.110 de 1996 a los 11.596 de este año y el de Tineo, que pasó de 13.578 a 8.857, bajando de los 9.000 por primera vez desde el siglo XIX. De hecho, la suma de Tineo y Cangas no alcanza ni de lejos la población que cualquiera de los dos concejos tenían al principio del siglo XX. Valdés y Salas reproducen descensos porcentualmente similares.

• Temas
• Natalidad
• INE