Los partidos calientan motores para la reforma del Estatuto

El pleno de ayer en la Junta General, donde intervinieron los portavoces de los siete partidos con representación en el Parlamento regional, además del presidente de la Cámara autonómica, Marcelino Marcos Líndez, dejó patente las diferencias que existen entre las formaciones para afrontar la reforma estatutaria, que cumple 40 años. Especialmente en el asunto de la oficialidad, con dos bloques totalmente opuestos: la izquierda (PSOE, Podemos e IU), a favor de equiparar a la llingua con el castellano en nuestra región, y el del centro y derecha (PP, Ciudadanos y Vox), totalmente en contra de esta posibilidad. Foro se encuentra entre dos aguas, favorable a proteger el asturiano, pero sin fijar claramente aún su posición al respecto, a la espera de que Barbón presente el denominado «modelo amable» de oficialidad al que se comprometió.

En este proceso de reforma estatutaria también parece que hay un juego de dos velocidades. Por un lado Podemos e IU quieren que se afronte ya este proceso: «Le exigimos que no retrase ni un día más la reforma», dijo Daniel Ripa dirigiéndose a Barbón; «no avalaremos un proceso que dilate más la oficialidad del asturiano», espetó en su discurso la portavoz de Izquierda Unida, Ángela Vallina. En el lado opuesto están los partidos que no ven la necesidad de acometer reforma alguna y que advierten de la «deriva nacionalista» del Gobierno regional, como afirmó el portavoz de Vox , Ignacio Blanco, o la «tentación de desvirtuar» el Estatuto por «razones ideológicas», como teme la presidenta y portavoz del PP, Teresa Mallada.

Posiciones enfrentadas y guantes que desde el PSOE no se recogieron. Salvo que, como reconoció en su intervención la portavoz socialista, Dolores Carcedo, el nuevo curso político arranca con un «intenso trabajo» por delante, como la Comisión sobre el Reto Demográfico, la ley de simplificación administrativa, los presupuestos de 2022 y, por supuesto, «la reforma del Estatuto».

Los grupos políticos aprovecharon para hacer una radiografía de la Asturias actual y la del futuro. Porque si hay algo en lo que coinciden todas las formaciones es en señalar la recuperación postpandemia y la reconversión social y económica como uno de los principales retos que debe encarar la región. Mientras Mallada pidió al Gobierno regional «valentía, impulso y liderazgo» para afrontar los grandes retos que tiene la región por delante, siendo la industria y el empleo la prioridad, la portavoz de Ciudadanos, Susana Fernández, defendió un modelo de región que «proporcione futuro para que no se vayan los jóvenes». Ripa pide mantener a la región como un polo industrial de referencia dentro de una España «que no pase por Madrid».

El pleno concluyó con la intervención del presidente de la Junta General, Marcelino Marcos Líndez, quien pidió dejar a un lado las «pasiones ideológicas» para afrontar este proceso transformador que estará marcado por la llegada de los fondos europeos.