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Asturias se llenará este verano. Esta es la conclusión que se desprende de los indicadores actuales en los que se observa con claridad que la región continúa despertando el interés de los turistas. Tanto es así, que encontrar un alojamiento durante la primera quincena de ... agosto resulta ya prácticamente imposible. Durante ese periodo, la ocupación supera el 80% y llega al 90% en la zona oriental. «Es una locura», afirma Ana Soberón, portavoz de la mesa de Turismo. De hecho, si se tiene en cuenta todo el verano (junio, julio, agosto y septiembre), las reservas ya se encuentran al 60%, lo que supone mantener la tendencia al alza de los últimos años y, cuando se llega a junio con estos datos, los expertos señalan que «siempre llega un verano brillante».
Durante la pandemia, Asturias fue una de las pocas regiones que sobrevivió a las limitaciones de movilidad y demás restricciones para hacer unos números que no solo no empeoraban a las de veranos anteriores, sino que incluso los mejoraban. Comenzar el verano de 2020 como la única comunidad autónoma que llegó a superar la treintena de casos sirvió de garantía de confianza para los viajeros. A eso se le añade la posibilidad de disfrutar de una naturaleza inigualable. Ahora que la covid no se convierte en una preocupación relevante cuando se trata de escoger un destino, Asturias continúa al alza y recupera a los turistas extranjeros. Durante el primer cuatrimestre del curso, fueron más de 47.000 personas las que visitaron la región con procedencia de otros países. Se espera que en julio y agosto las pernoctaciones quintupliquen las del año pasado y se sitúen un 2% por encima de las que hubo en 2019.
Por otra parte, la preocupación por las cancelaciones también ha desaparecido. «El verano pasado era la obsesión de casi todas las personas ya que tenían miedo a que por una cuarentena, o por un cambio en la legislación, se quedaran sin vacaciones», argumenta Laura Arias vicepresidenta de los cámpines de Asturias que aprovecha para explicar la evolución de su sector. «Se trata de un modelo vacacional en auge. Antes estaba reservado a un cliente más específico, pero mucha gente se ha dado cuenta de que esta también es una opción cómoda y, especialmente, muy atractiva», afirma. De hecho, en el camping el porcentaje de ocupación es idéntico al de las casas rurales u otros tipos de alojamientos.
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Por otra parte, al analizar la ocupación del verano, se tiende a pensar en los meses de julio y agosto. Sin embargo, la Asociación de Hosteleros de Asturias (Otea) considera que esto es un error ya que, precisamente, junio y septiembre marcan la diferencia entre un verano bueno u otro notable. «Julio y agosto siempre son brillantes. Por eso, para los negocios de la zona, resulta fundamental que se pueda prolongar ese auge dos meses más», señala José Luis Álvarez Almeida, presidente de la patronal. Por ejemplo, en junio el turismo ha crecido un 15% respecto a 2021.
Además, eso marcará el crecimiento de los concejos, ya que «hay localidades que siempre se llenan y no tienen capacidad de acoger más personas». Pone el ejemplo de Llanes, «una localidad preciosa en la que, si fuera por ganas, se podría llenar siete veces».
Por otra parte, a la patronal no le sorprenden las buenas cifras que cada verano se registran en Asturias. «Esta región ofrece mucha calidad. A su rica gastronomía y la variedad de bares y restaurantes se suma un paisaje que enamora a cualquiera. No todos pueden competir contra nosotros», señala el líder de Otea.
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