Salud mejora las listas de espera, pero sigue lejos de la situación prepandemia

Así, a 30 de noviembre, esperaban por una operación 1.670 personas menos que hace un año, pero 3.505 más que hace cuatro. La tendencia, no obstante, «se mantiene favorable», se incide desde la Consejería de Salud, que siempre toma como referencia las cifras de 2019 a la hora de establecer sus objetivos a corto o medio plazo. «Ahora mismo, la lista de espera estructural se sitúa casi en los niveles de junio, justo antes de las vacaciones de verano y el mes con mejores resultados del año», explica la Consejería.

Esa «tendencia favorable» es fruto, según los responsables de la sanidad pública asturiana, del plan estructural que el Sespa puso en marcha la pasada primavera, consolidando las medidas de choque que hasta ese momento se habían adoptado de forma coyuntural. Los presupuestos generales del Principado para 2025 destinan 64,2 millones de euros a dicho plan, que se basa fundamentalmente en los llamados programas especiales. Esto es, en la realización de jornadas extra durante las tardes, tanto en quirófanos como en consultas especializadas.

«Se reduce el número de pacientes con demoras de más de 90 días: hay 1.344 menos que hace un mes», destaca la Consejería de los últimos datos publicados. También «se reducen las demoras de más de seis meses en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), el Hospital Universitario de Cabueñes, el Hospital de Jove y el Álvarez Buylla de Mieres». En el caso del Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea no hay pacientes con más de 180 días de demora. Y en Jove, Jarrio o el Valle del Nalón son sólo 15, 27 y 89, respectivamente.

Pero los sindicatos sanitarios no dudan en pincharle el globo a la Consejería de Salud. Coinciden en que «las listas de espera en Asturias siguen siendo inadmisibles» y en que la situación no se enmendará hasta que se resuelva el actual déficit de profesionales sanitarios. «No estamos para lanzar cohetes», advierten los más críticos. Ponen como ejemplo la saturación de las consultas externas. En noviembre, había 111.117 personas a la espera de una primera consulta con el especialista; uno de cada diez asturianos.

Si se tiene en cuenta que en el mes de septiembre, tras el verano, la sanidad asturiana superaba el umbral de las 115.000 citas pendientes –récord histórico–, la mejoría es innegable. Si se comparan las cifras actuales con las de finales de 2019 o principios de 2020, antes de que estallase la pandemia de covid, el retroceso es abismal. Entonces, la lista de espera de las consultas especializadas oscilaba entre los 69.398 y los 72.441 pacientes y la demora media estructural se situaba en torno a 74 días. Ahora es de 94.

«Destaca la bajada de más de 1.400 pacientes en Traumatología y Dermatología, especialidades que, junto con Oftalmología, habitualmente tienen tiempos de espera largos», pone de relieve, sin embargo, la Consejería de Salud, que también saca pecho con las cifras de actividad asistencial: «En noviembre de 2019, 152.177 consultas; en noviembre de este año, por encima del nivel prepandémico, se realizaron 161.628 consultas». Por tanto, se atendieron 9.451 citas más. Aunque en estos cinco años la lista de espera de las consultas externas creció en 41.719 pacientes.