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El gallo Maurice vivía en un pequeño pueblo de la Isla de Oleron, en Francia. Todas las mañanas, exactamente a las cuatro y media, su canto despertaba a los vecinos. Hace seis años, en el verano de 2019, sus sonidos molestaron a un matrimonio de jubilados que habían venido de vacaciones de la ciudad a la zona rural, con la idea de pasar unos días tranquilos y poder descansar. Pero esta intención se vio perturbada por el 'kikiriki' de Maurice. Fue entonces cuando el matrimonio decidió denunciar a la dueña del gallo, sin saber que aquella denuncia sería el inicio de la posterior creación de una ley pionera en el mundo, de protección del patrimonio sensorial (olores y sonidos) del medio rural. El juez no sólo decidió absolver de toda culpa a la dueña del gallo, sino que impuso una multa de 1.000 euros al matrimonio de jubilados por «la zozobra y la inquietud que le habían causado, ante el temor de tener que deshacerse de Maurice», reza la sentencia.
A partir de ese momento, algo cambió para siempre en Francia. «Esa sentencia tuvo un eco mediático en Francia tremendo y fue lo que motivó a que el Gobierno francés elaborara en 2021 una ley protegiendo los sonidos y olores del mundo rural, bajo el paraguas de patrimonio sensorial francés y encomendando a los servicios regionales a que hicieran un inventario de aquéllos que se debían proteger», contaron a este periódico Ignacio Arias y su hija Marina, quienes después de estudiar esta ley francesa, decidieron que Asturias debía tener una norma que defendiera lo mismo y se pusieron manos a la obra. Una ley que, por cierto, no existe en ninguna parte de España. Así, ambos, padre e hija, recorrieron en 2024 unos 50 pueblos asturianos y entrevistaron a 120 personas del mundo rural. «Recopilamos todas sus quejas, todos los problemas que habían tenido con los turistas o con sus nuevos vecinos, los que yo llamo 'rurales reconvertidos', a raíz de los sonidos y olores del campo», dijo Arias.
Ley de Patrimonio Sensorial
¿En qué consiste?
La protección del conjunto de los sonidos y olores emitidos por los animales del mundo rural, así como los producidos no solo por la maquinaria necesaria para desarrollar la actividad agrícola y ganadera, sino también por los utensilios y herramientas imprescindibles para su conservación.
¿Cómo se aplicaría?
Respaldo legal: Esta propuesta de ley representa una protección legal para todas las personas que reciban denuncias motivadas por los sonidos y olores del medio rural.
¿Cuáles son sus límites?
Condiciones: Están protegios los sonidos y olores siempre que no provoquen perturbaciones anormales que superen el umbral de tolerancia admisible en un clima de convivencia ordinario. Es decir, los abusos tampoco están permitidos.
La propuesta de ley asturiana incluye «el conjunto de los sonidos y olores emitidos por los animales propios de las actividades habituales del mundo rural, así como los producidos no solo por la maquinaria necesaria para desarrollar la actividad agrícola y ganadera, sino también por los utensilios y herramientas imprescindibles para su conservación y mantenimiento, que conforman la identidad cultural, las tradiciones y las costumbres ancestrales del medio rural».
En concreto, están incluidos los emitidos por los siguientes animales: vacas, caballos, burros, cerdos, cabras, ovejas, gallos, gallinas, palomas, patos, gansos, pavos, ocas, perros, gatos. Y cualquier otra especie que se incorpore a las actividades propias del mundo rural. También se incluyen los sonidos emitidos por los cencerros en sus diferentes tamaños y denominaciones, relojes y campanas, cadenas, ordeñadoras, tractores, segadoras, motosierras, desbrozadoras, empacadoras, talleres de soldadura, taladros, radiales, vehículos de transporte, camiones y cualquier otro tipo de utensilios, maquinaria y herramientas similares propios de la actividad agrícola y ganadera. Pero, muchos se preguntarán, ¿cómo se pueden proteger los sonidos y olores del campo, si son elementos intangibles? La respuesta es muy sencilla. Esta propuesta de ley representa una protección legal para todas las personas que reciban denuncias motivadas por los sonidos y olores del medio rural, «siempre que no provoquen perturbaciones anormales que superen el umbral de tolerancia admisible en un clima de convivencia ordinario. Es decir, esto no significa que ninguna denuncia vaya a prosperar. Como en todo, los abusos tampoco están permitidos», aclara el texto de la ley.
Ya con el documento redactado y habiéndole dado forma legal, Ignacio y Marina se dieron cuenta de que no tenían ninguna manera de hacerlo llegar a la Junta General del Principado. Por este motivo, decidieron acudir al diputado del Partido Popular Luis Venta, a quien presentaron el texto y le pidieron su ayuda para que saliera adelante. «Le dijimos: 'queremos que la presentes, pero siempre conservando nuestra autoría, no queremos que se diga que es una ley del PP, porque no es una ley ni de derechas ni de izquierdas, es una ley para el pueblo'», aseguró Ignacio Arias.
La propuesta fue presentada el pasado domingo a través del PP, en el Museo del Pueblo de Asturias y será llevada a la Junta General para su aprobación. Álvaro Queipo afirma que «el medio rural asturiano sabe que tiene un aliado fiel en el Partido Popular, y que sus preocupaciones y anhelos serán nuestras líneas de trabajo para ayudar a un sector sin el que el futuro de Asturias no se puede entender», dijo.
Por su parte, Foro Asturias también respalda la iniciativa indicando que «es un paso necesario para garantizar una convivencia armoniosa entre los vecinos del campo y quines visitan el medio rural», explicó Adrián Pumares.
Vox, en cambio, califica la propuesta de «extemporánea». «Por mucho que protejamos los sonidos y los olores, si no hay ganaderos ni hay gente en el medio rural acabaremos protegiendo los olores y ruidos de la fauna salvaje entre matorrales», afirma la diputada Carolina López.
Mientras tanto, la diputada del Grupo Mixto Covadonga Tomé destaca que «parece una ley razonable. Habrá que esperar a conocer el contenido de la propuesta porque nuestro interés sí es real», explicó.
Por último, el PSOE prefiere «mantenerse al margen de la propuesta, hasta no conocer todo su contenido» y sus socios de Gobierno (IU) cierran la puerta a la aprobación de esta ley. «De cuando en cuando se genera alguna polémica más mediática que real, quizá una ley no tenga mucho sentido en algo así y, nunca, mejor dicho, parece que el Partido Popular pretende ponerle puertas al campo. Los problemas del campo no son esos», anotó el portavoz de IU, Xabel Vegas.
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David S. Olabarri y Lidia Carvajal
Iker Elduayen y Amaia Oficialdegui
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