Asturias no impondrá nuevas restricciones más severas durante la Semana Santa

«En el consejo no se ha tratado ninguna propuesta en ese sentido», aclaró el consejero de Salud del Principado, Pablo Fernández, al término de la reunión con sus homólogos del resto de comunidades y con la ministra, Carolina Darias. «En cualquier caso, las presuntas medidas de las que se hablaba en algunos ámbitos ya están vigentes en Asturias», remarcó el consejero.

Es decir, que la región mantendrá entre mañana y el 9 de abril las limitaciones ya aprobadas: máximo de seis personas en espacios abiertos (excepto convivientes), cuatro personas en hostelería y ninguna interacción entre no convivientes en domicilios privados. El toque de queda seguirá entre las 22 horas y las 6 de la madrugada. Bares y restaurantes cierran a las 20 horas y los comercios, una hora después.

El Ministerio de Sanidad había sondeado a las comunidades para tratar de pactar un adelanto de los comercios no esenciales, pero se encontró con el rechazo de varias de ellas, que alegaron la imposibilidad de explicar a los ciudadanos un endurecimiento después de haber restringido ya el desplazamiento entre regiones o su compromiso con el sector de la hostelería.

Hasta ahora, con más o menos debates, las propuestas del Ministerio habían sido aceptadas por las comunidades: cierres perimetrales, toques de queda y número de personas reunidas en los domicilios. Sin embargo, por primera vez, la propuesta del departamento dirigido por Darias no pasó el corte del Consejo Interterritorial. Sanidad trató de convencer a todos los consejeros para aprobar mayores limitaciones en las próximas festividades.

Darias recordó que España está en un «cambio de tendencia», con diez comunidades en las que crece la incidencia acumulada a siete días por encima del 50%, un indicador adelantado sobre la incidencia a 14; y con variantes como la británica, «que es prevalente en el territorio nacional, por encima del 50%, y representa el 70% o el 80% en algunas zonas». «Tenemos que revertir esta tendencia, porque si no, sabemos cuál es camino, con el desenlace final de fallecimientos», argumentó la ministra.

Fernández confirmó que la sensación reinante en el Consejo era de «preocupación» ante dicho «cambio de tendencia», el cual «podría ser el inicio de una cuarta ola, pero habrá que verlo en las próximas fechas». No obstante, la situación epidemiológica de Asturias es, por el momento, «de meseta». «Pero tenemos que estar muy atentos a la presencia de distintas cepas que se están dando en otros países», advirtió.

Así, desde el punto del vista del Ministerio, era necesario «extremar las medidas de control» en un momento «clave», y eso se traducía en el cierre temprano del comercio no esencial y de la restauración, que a juicio de Sanidad generan aglomeraciones y disparan el número de contagios.

Una vez que las comunidades rechazaron el pacto, Sanidad cambió de estrategia y pidió a las regiones que establezca por sí mismas, dentro de las competencias delegadas por el estado de alarma, más restricciones, como el cierre por provincias o municipios.