Asturias espera ya un aumento del turismo tras el fin del estado de alarma

Pero todo apunta a que el panorama que dibujaba ayer José Luis Álvarez Almeida caducará en unos días. De hecho, empresarios de hoteles y sobre todo restaurantes constatan que «ya se empiezan a mover las reservas» de cara al fin de semana que viene. «Va a haber incluso gente de fuera», augura Ángel Lorenzo, también representante de Otea, aunque sus declaraciones están fundamentadas en su experiencia como propietario de varios locales de hostelería.

«Hubo mucha gente y se notó la entrada en vigor de los nuevos horarios. Pero a partir del próximo fin de semana lo notaremos mucho más», asegura. Asturias entra en el nuevo escenario que se abre tras el fin del estado de alarma como una de las comunidades autónomas menos restrictivas, junto a Madrid y Andalucía. En la zona cantábrica, sólo Galicia y Asturias permiten abrir bares y restaurantes hasta la 1 de la madrugada.

Cabe pensar, por ello, que «va a empezar a venir gente de fuera a partir del próximo fin de semana», aunque los empresarios insisten en llamar a la prudencia para no dar pasos en falso. En cualquier caso, este 9 de mayo «parece que vimos la luz», aseguró Orlando Valledor, hostelero con solera, que a la clientela «muy pendiente el reloj» el viernes y sábado, con horario de cierre a las 11 de la noche. Que desde ayer se permita tener abiertos los locales hasta la 1 de la madrugada, «animará mucho las cenas, y eso lo empezaremos a ver a partir del próximo fin de semana».

¿Y hay previsión de que vuelvan a llenarse los hoteles? «Los fines de semana de mayo, sobre todo a partir del próximo, ya se ve cierta intención de viajar», asegura Élida Suárez, directora del hotel Môderne y portavoz del sector hotelero en Otea. Aunque «la situación actual no permite todavía hacer una organización a medio plazo; estamos expectantes».

De cara al verano, confían en «salvar los muebles», como ocurrió el año pasado. La cuestión es que «ya empezamos a ver la luz al final del túnel», confirma Toni Amieva, gerente de uno de los mayores camping de Asturias. Y explica: «La gente ya tiene ganas de salir y nuestros clientes, principalmente madrileños, gallegos, vascos y castellanoleoneses, parece que piensan volver». Eso sí, en la mayoría de llamadas que reciben, los clientes piden flexibilidad por si fuera necesaria cancelación.

Pero no sólo los negocios hosteleros y hoteles permiten pulsar los efectos de esta nueva fase de la pandemia, que se inicia después de que el gobierno de Pedro Sánchez decidiese no prorrogar el estado de alarma que regía desde que estalló la crisis sanitaria. También el sector de los taxis es sinónimo de salir a cenar o relacionarse y su actividad, por tanto, es un termómetro de como Asturias ha dejado atrás el toque de queda o las restricciones que impedían la libre circulación de entrada y salida de la comunidad autónóma.

La actividad de los taxis ha sido regulada en los últimos meses por los distintos ayuntamientos. Por ejemplo, en Gijón, su actividad estaba restringida al 50%. Por lo pronto, ahora volverán a la actividad ordinaria y al cese de la regulación. O lo que es lo mismo: volverán a una relativa normalidad. El sábado aún era pronto para sacar conclusiones sobre el fin del estado de alarma. La vista está puesta en el próximo fin de semana.

Santiago Muñoz, de TaxiEs Gijón, también se reafirma en que «ya empezamos a ver la luz al final del túnel. Esperamos que se anime la cosa y que se meta turbo en las vacunaciones». Aun así, Muñoz cree que «es díficil que esto vuelva a ser lo de antes», al menos a corto plazo.

Los taxistas están pendientes de las ayudas directas aprobadas por el Gobierno central y que ahora cada comunidad autónoma deberá de gestionar. Los hosteleros esperan que pronto se permita el uso de la barra en los restaurantes y que los locales de ocio nocturno puedan volver a la actividad, aunque sea de forma progresiva. Y en zonas como Llanes, único concejo asturiano que se encuentra en situación de riesgo máximo, la confusión también era máxima: «La gente no sabe lo que puede y no puede hacer aquí tras el fin del estado de alarma; se esperaba de segundas residencias de la que hubo». A las 11 de la mañana de hoy, habrá movilización en Llanes convocada por Otea, para que las restricciones no vayan a más y supongan el cierre de los alojamientos.