Asturias empieza a registrar «focos aislados» de tosferina

La tosferina, también conocida como pertusis -y más popularmente, como la tos de los cien días-, es la consecuencia de una infección bacteriana que afecta a las vías respiratorias y se inicia con síntomas muy similares a los de un resfriado común. Para prevenir sus complicaciones, que pueden desencadenar neumonías, bronquitis e incluso afecciones neurológicas, en España se vacuna a los niños contra la tosferina desde 1965. De ahí que la enfermerdad ya se diese prácticamente por controlada.

Hasta ahora, en Asturias, «era muy rara la tosferina, no teníamos», explican fuentes del Servicio de Salud del Principado (Sespa) consultadas por este periódico. «Pero ya estamos empezando a ver casos», aseguran. De momento, se trata de «focos aislados», que no han llegado a tener trascendencia desde el punto de vista de la salud pública, pero que ponen de relieve un cambio de tendencia en la evolución de la enfermedad al que hay que prestar atención epidemiológica.

Si bien la tosferina afecta principalmente a niños, no es una enfermedad exclusivamente pediátrica. Es más, en Asturias los últimos casos se han detectado en adultos, aunque el origen del contagio sea infantil. Según epidemiólogos asturianos, «el problema radica en que se ha dejado de vacunar a los niños, porque ha ido calando en la sociedad el movimiento antivacunas y porque hay mucha gente a la que se le olvida el peligro que acarrea la tosferina». A eso se suma el hecho de que «muchos de los emigrantes que recibimos provienen de países donde los niveles de vacunación son escasos», lo que contribuye a que la transmisión de la tosferina vaya en aumento.