Trabajadoras del Centro Comunitario de Sangre y Tejidos, a donde ha de acudir quien quiera ser donante de médula. SUSANA SAN MARTÍN

Diez mil médulas asturianas se ofrecen al mundo

La inmensa mayoría de donantes nunca recibirá la llamada que le dará la oportunidad de salvar una vida, pero están dispuestos a intentarlo

AIDA COLLADO

GIJÓN.

Jueves, 2 de mayo 2019, 16:28

Que te sacan médula de la columna. Que es doloroso y deja secuelas. Todo es mentira. La donación de médula ósea arrastra algunas falsas creencias que no ayudan, en nada, a la concienciación de la ciudadanía sobre la importancia de un proceso «inocuo» y ... sin secuelas que salva vidas. La hematóloga del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), Soledad González, aclarará las dudas de todos los que acudan a la conferencia que impartirá en el HUCA, hoy, a las seis de la tarde. El objetivo de la Asociación Galbán, que la organiza, no es otro que explicar el procedimiento y ganar donantes. Asturias registró el año pasado 9.948, menos de un 1% de su población. En España, la cifra alcanzó los 373.196. Pero entre todos ellos solo se realizaron 201 colectas, porque no todo el que se registra como donante de médula acaba donando. Solo una minoría lo hace. Encontrar a alguien compatible -esto se comprueba con una simple muestra de sangre- es harto complicado y de ahí la importancia de que las bases de datos crezcan a golpe de solidaridad.

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Es imprescindible, destaca la doctora González, que quien acuda a poner su médula a disposición de quien lo necesite lo haga informado y completamente convencido. La mejor carta para un enfermo que requiera de un trasplante de médula es la fraternal. Los hermanos tienen un 25% de posibilidades de ser compatibles. Cuando no es así tienen que encontrar a un donante sin parentesco y la cosa se complica. Por eso, los datos de los donantes de todos los países -en España es el Registro de Donantes de Médula Ósea (Redmo) y la Fundación contra la leucemia Josep Carreras los que los gestionan- se comparten, para aumentar las posibilidades.

Quien dé el paso ha de ser consciente de que las donaciones no son dirigidas. No podrá elegir al beneficiario. Hay campañas en internet sobre algunos enfermos, con cara, nombre y apellidos, que pueden dar a entender lo contrario. «Y lo que no puede ser es que te llamen para donar, porque alguien en la otra punta del planeta ha tenido la suerte de que hay una persona compatible en el mundo y decirle que no».

En un primer momento, el donante solo deberá sacarse la muestra de sangre. Si es compatible con un enfermo, deberá someterse a uno de los dos procedimientos que se realizan en el HUCA, como centro de referencia en Asturias. Las enfermedades no oncológicas suelen requerir la donación de médula ósea, que se realiza en quirófano, con anestesia general, a través de una punción en los huesos iliacos. Supone menos de dos días de hospitalización y ninguna secuela, «ya que la médula se regenera al 100%». Otras enfermedades requieren la donación de progenitores o células madre de sangre periférica. En ese caso, se inyecta una medicación durante varios días al donante para que las células madre de la médula pasen a la sangre. Después, se le extrae, se centrifuga para separarlas y, ya sin ellas, se le vuelve a transfundir. Como mucho, un renegrón.

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