Asturias despide a José Luis Balbín

Media hora antes de que el párroco Miguel Ángel García Bueno iniciara la misa por el eterno descanso del ilustre praviano, un pequeño grupo de feligreses se cobijaba del orbayu bajo el pórtico a la espera de que se abrieran las puertas del templo.

Entre los primeros en llegar a la iglesia de Santa María la Mayor se encontraba el empresario y presidente de Reny Picot Francisco Rodríguez, quien, visiblemente afectado, declaraba acudir para despedir a «un gran amigo y al periodista más íntegro que he conocido». Madrugador también, el alcalde David Álvarez definía a Balbín como «un praviano de pro que siempre mostró su orgullo de serlo y mencionaba siempre que tenía ocasión la villa en la que nació. Era un verdadero referente en el ámbito periodístico, social, cultural y para nosotros es un orgullo haber contado con un vecino tan ilustre. Ha sido una pena muy grande su pérdida», afirmaba. Por su parte, la senadora María Jesús Álvarez, natural de Peñaullán, tras expresar sus condolencias a los familiares más cercanos, destacaba su contribución como «precursor de la libertad de expresión desde su faceta profesional y un protagonista activo de la Transición española. Ha sido, además, un asturiano universal que llevó el nombre de la región y de Pravia por todo el mundo». Amiga personal de José Luis Balbín, evocaba igualmente a «una persona de conversación inacabable, un gran sentido del humor y un gran polemista en el buen sentido de la palabra».

En un segundo plano, el poeta Fernando Beltrán acudía al funeral rememorando a «un comunicador fundamental en una época de cambio absoluto en nuestra historia. La palabra que mejor lo define: plural. Así era su manera de abrirse y de escuchar en este país donde tanto necesitamos escuchar a los demás», manifestaba. Visiblemente conmovido, el cronista oficial de Cudillero, Juan Luis Álvarez del Busto, se congratulaba de «haber conseguido atraparlo para nuestro concejo. Tal es así que, por mi intervención, logró obtener su casa de La Clave de la Mar, desde la que tenía la villa a sus pies y de frente el Cantábrico. Fue cómplice de muchas iniciativas y hablábamos de todo lo divino y lo humano, aunque eso, lógicamente, queda entre nosotros».

Un gran silencio de respeto acogió la llegada de la urna con las cenizas del periodista portadas por su viuda, la también periodista Julia Mesonero, acompañada por otros familiares, entre ellos los dos hermanos vivos de Balbín, María del Carmen y Fernando. Muy cerca, Elvira Fernández, propietaria del restaurante El Llar de Viri, una de las paradas obligadas del creador de 'La Clave' en sus visitas a Asturias y a la que le unía una estrecha amistad.

En su homilía, el párroco Miguel Ángel García Bueno resaltó «el amor a su tierra» de José Luis Balbín y lo calificó como «un hombre libre de espíritu y de obra». Desde ayer, los restos del influyente y extraordinario comunicador que dio la palabra a la España plural de la democracia descansan en la región de la que nunca se separó.