Asturias cura ya el 80% de los casos de cáncer infantil gracias a la investigación

A las once de la mañana, hora de salida de las marchas, estaba claro que se habían superado las expectativas. Para entonces, los miles de participantes ya habían tratado de contener la emoción cuando niños y familiares habían leído el manifiesto conjunto. Como en Avilés, donde la encargada de hacerlo fue Verónica Álvarez, madre de un pequeño diagnosticado con leucemia. Él aún no sabe leer. Los aplausos acompañaron su petición de «eliminación de barreras» y de medidas como «conceder un grado de discapacidad del 33% a todos los menores desde el momento del diagnóstico». Allí acudieron un millar de participantes.

El paseo de Poniente, en Gijón, se llenó con auténtica «una marea naranja» formada por 2.200 corredores. «Lo más importante es la salud, ser positivo y tener el apoyo de la gente». Lucía Martínez, de 18 años, peleó contra esta enfermedad cuando tenía 13 y la superó. Ayer acudió junto su madre, Eugenia González, para dar fuerzas a todos los niños y familias que batallan en la actualidad. «La asociación Galbán hace una labor extraordinaria, sin ellos no sería nada igual», aseguraron. Lo sabe también Macarena Alonso, una de las coordinadoras de la carrera en Gijón, que acudió por su hija Cristina, fallecida. «Confío en que esta enfermedad se erradique», dijo esperanzada.

El cáncer más habitual entre los niños es la leucemia, con el 30% de los casos, seguida de los linfomas (13%), tumores del sistema nervioso central (22%) y tumores en el cerebro (20%). En cuanto al sexo, son más habituales entre los niños (60%). La supervivencia de los niños diagnosticados a los cinco años es del 75%. Las cifras han mejorado de forma más que notable en las últimas décadas. Y se ha logrado, sin duda, gracias a la investigación. Solo la Asociación Española contra el Cáncer financia ahora mismo 22 proyectos de investigación y desde 2007 ha destinado 8,7 millones. «Gracias a la investigación se está avanzando en la búsqueda y aplicación de tratamientos cada vez más específicos».

En Oviedo, la participación superó los 3.100 corredores. La carrera estuvo emocionante hasta el final. Tres participantes se disputaron hasta el último momento la victoria; pero finalmente el ovetense Diego Benedicto se llevó la victoria. Era la primera vez que corría esta carrera, pero desde siempre conoce la labor de Galbán. Lo importante, sin duda, el fin.

En la comarca oriental la marea naranja se dejó notar en los principales municipios, como Llanes, Ribadesella, Cangas de Onís, Panes y Colunga. En el caso de la villa llanisca, desde la organización estimaron en «cerca de ochocientos» los inscritos en la prueba, que recorrió el casco histórico. Hasta allí se acercaron vecinos de todo el concejo e incluso de fuera, como la familia de Rosa María Amieva, llegada desde Lledías y con tres generaciones representadas. Además de la abuela, corrieron sus hijas Rosa Mari y María José Llera, y sus nietos Fátima y Francisco Díaz, Icíar y Olaya Calleja y María López. «Es la mejor forma de compartir un domingo de buen tiempo como este, en familia, y ayudando a una buena causa», aseguraron.