RAMÓN MUÑIZ
GIJÓN.
Viernes, 17 de febrero 2023, 01:20
El lunes los presidentes de Cantabria y Asturias acudirán al despacho de la ministra de Transportes para exigir ceses, calendarios y contraprestaciones por el fiasco ferroviario del que se enteraron por EL COMERCIO. Para el Principado la prioridad es aprovechar la ocasión ... para lograr más trenes nuevos de los previstos en la red asturiana de ancho métrico, la asociada a Feve. El jefe del Ejecutivo cántabro, Miguel Ángel Revilla, subió ayer la apuesta reclamando la gratuidad de las cercanías hasta 2026. Es una idea a la que horas más tarde se sumó el presidente asturiano, Adrián Barbón. Hay unidad de acción, pero también matices de fondo.
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La propuesta de ampliar la gratuidad de las cercanías surgió el miércoles, en la Mesa del Ferrocarril de Cantabria, foro que reúne a los representes del gobierno autonómico, Renfe, Adif y los usuarios. Asturias carece de un formato homólogo. Lo más parecido sería la Alianza de las Infraestructuras, en la que partidos, representantes empresariales, sindicales y colectivos de usuarios y consumidores debaten lo que hay que pedir a la Administración central, pero sin un interlocutor de la misma que les atienda. El Principado quiere ahora remediar esa omisión con una nueva versión de la alianza en la que esté presente el Ministerio de Transportes, en la figura de la secretaria de Estado, Isabel Pardo de Vera.
Por de pronto la mesa cántabra evidencia ser operativa. La reunión del miércoles dio pie a que el representante de Renfe detallara que en la región vecina la puntualidad el pasado año fue del 98,9%, 595 las cancelaciones e incidencias y 53.000 las circulaciones operadas. Los colectivos de usuarios reclamaron que se ampliara la gratuidad del servicio de cercanías hasta el año 2026. Ahora esos abonos están blindados este año como medida excepcional contra la inflación. Los viajeros piden tres cursos más, que es lo que el ministerio calcula que va a necesitar para entregar los trenes de Feve por culpa del fiasco ferroviario. En 2020 Renfe adjudicó a CAF el diseño y construcción de 31 nuevas unidades de ancho métrico, pero por culpa de una cadena de errores sobre las dimensiones de los mismos no tendrá un proyecto válido al menos hasta verano. El retraso en resolver el problema impide que la remesa esté por completo lista hasta 2026.
El presidente cántabro estuvo rápido y en la mañana de ayer hizo suya la idea de los usuarios. «El lunes voy con la intención de ser muy duro, muy duro con el ministerio por la incalificable chapuza que han hecho y que origina un daño tremendo», indicó. El problema, expresó, no es solo el error en el tamaño de los futuros trenes, «es el silencio cómplice de quienes lo sabían y no movieron un hilo para volver a licitar la obra en condiciones». «Esto ha de tener compensaciones a Cantabria y tenemos que obtener como mínimo que las cercanías sean gratuitas», señaló. «Alguna dimisión vamos a pedir en la reunión», abundó. También solicitará inversiones, plazos concretos y recuperar frecuencias.
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«Desde luego me sumo a ello, me parece lógico», valoró el presidente asturiano, Adrián Barbón. El Principado, recordó, pide ceses, compensaciones y «un cálculo serio y riguroso» de los plazos de fabricación «y que se cumpla».
En un comunicado el Gobierno cántabro deslizó que apoyará la petición asturiana de fabricar más trenes exigiendo «que no suponga retrasos del contrato actual» y que el pedido adicional «se lleve a cabo con un contrato aparte».
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La idea del Principado es otra. El contrato contempla la fabricación de 31 unidades, con opción de ampliar el pedido en siete trenes más. Al Gobierno asturiano le urge más activar esa opción que al cántabro. Los planes de cercanías en vigor comprometen 22 nuevos trenes en Cantabria y un máximo de 10 para Asturias, desequilibrio que el Principado quiere corregir. Llevar a «un contrato aparte» la reivindicación asturiana obligaría a hacer un nuevo concurso, ampliando los plazos.
Por otra parte desde el PP el senador leonés Antonio Silván denunció que el problema de gálibos es extensivo. «Los trenes homologados en Europa no pasan por los túneles del noroeste», dijo. Se refiere a los convoyes que operan como autopista ferroviaria, un tipo de servicio que permite embarcar en el tren el semirremolque o el camión completo. Para ello es necesario gálibos generosos y vagones de suelo bajo. Tal y como desveló este periódico, los estudios del ministerio para adaptar los corredores a este tipo de conexiones siguen un calendario que deja para más adelante calibrar las posibles adaptaciones en el noroeste. «Tenemos una red de segunda», lamentó Silván.
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