E. PANEQUE / I . GÓMEZ
GIJÓN.
Lunes, 30 de agosto 2021, 01:35
Si algo han tenido en común todas las noches de fin de semana del verano asturiano han sido la proliferación de botellones. Por fiestas patronales o no, multitud de jóvenes se han reunido, principalmente en los municipios costeros, disfrutando de las vacaciones.
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La concurrida ... afluencia, en muchos casos sin respetar las distancias de seguridad u otras de las medidas de protección de obligado cumplimiento por la pandemia, obligó a actuar a las fuerzas de seguridad. Solo la última noche se pusieron más de cien denuncias. La cifra, con parecer alta, dista mucho de la vivida hace quince días, con motivo del puente del 15 de agosto, cuando se superaron las 600. Por ejemplo, entonces la Guardia Civil se vio obligada a disolver grupos de más de 2.000 personas durante la celebración del Carnaval de Luanco. En ese mismo municipio, ya sin ninguna fecha señalada en el calendario la cifra bajó considerablemente. Según informó la Guardia Civil, en la madrugada de ayer solo fue necesario actuar sobre «un número reducido de personas», aunque en la calle San Roque se localizó un botellón en el que participaban unas 300 personas.
A pocos kilómetros de distancia, en Candás, el peor momento para las fuerzas de seguridad se vivió entre la una y las tres de la madrugada. En colaboración con la Policía Local de Carreño se disolvieron «dos zonas de aglutinación de jóvenes en botellón, sin incidentes».
Pero, como viene sucediendo semana tras semanas, a pesar de que las fiestas patronales llevan dos años sin ser lo que eran, su limitada celebración no impide las ganas de fiesta que, en muchos casos, se acaban transformando en botellones sin control. Este fin de semana tocaban en El Carbayu, en Lugones, que este fin de semana debería celebrar las fiestas de Santa Isabel. Allí estaban puestas todas las miradas. Y con razón. Junto a la Policía Local de Siero, la Guardia Civil disolvió un botellón de unas 500 personas.
Ya en el oriente asturiano, en Ribadesella, «se evitó que unas 200 personas permaneciesen en la zona de ocio nocturno tras el cierre, dispersándose y acudiendo a otros lugares en grupos más reducidos», según detalló ayer la Guardia Civil, que también evitó botellones en Llanes tras el cierre hostelero. En Caravia, los agentes intervinieron en una pelea en Playa Madre, donde identificaron a varias personas, y en la zona de La Isla, en Colunga, disolvieron pequeños grupos de personas bebiendo en la calle.
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Los últimos coletazos del verano, y a pesar del inminente inicio de nuevo curso escolar, no están suponiendo una aumento exponencial de jóvenes que se citan para realizar botellones. Todo lo contrario si se atiende a lo expresado ayer por la Guardia Civil. «La cifra de participantes está disminuyendo», señalaron. No obstante, el dispositivo de refuerzo y colaboración que se anunció con las entidades locales se mantendrá en las citas relevantes que aún quedan por llegar en el calendario de eventos del verano asturiano. Desde el inicio de agosto, han sido más de 1.100 las denuncias que han cursado los cuerpos y fuerzas de seguridad en Asturias por participar en botellones o incumplir las medidas contra la covid, como no llevar mascarilla sin distancia de seguridad.
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