Asturias ampliará hasta los 74 años la cobertura del plan de detección precoz de cáncer de mama

El objetivo es ir ampliando la población diana de forma paulatina. Según explican a EL COMERCIO desde Salud, este año se procede a citar a las mujeres del grupo de edad de entre 50 y 70 años (nacidas entre 1954 y 1974). El año que viene se ampliará a las de entre 50 y 71 años (nacidas entre 1954 y 1975); en 2026 llegará a las de 72 años, en 2027 a las de 73 y, por último, en 2028, a todas las mujeres de 50 a 74 años.

Esta ampliación de la ratio de edad del programa de cribado de cáncer de mama se justifica en varios aspectos. Primero, porque precisamente estos planes de detección precoz favorecen la supervivencia de las enfermas, ya que permite detectar los tumores en fases iniciales. En segundo lugar, porque en Asturias, la comunidad más envejecida de España, el tramo de mujeres mayores de 70 se incrementa en gran medida cada año. Esto supone que aumenten las tasas de cáncer en esos tramos. De ahí, la necesidad de mantener la prevención también por encima de los 70 años.

En Asturias, nueve de cada diez mujeres menores de 64 años con cáncer de mama sobreviven a la enfermedad cinco años después del diagnóstico, según la Red Española de Registros de Cáncer a la que el Principado aporta sus datos. Según informan desde la consejería, este dato está relacionado con la alta participación en el cribado, que en la región suera el 70%. Por encima de esa edad, la supervivencia es ligeramente inferior, aunque supera ampliamente el 80% por debajo de los 74 años.

Cada año se diagnostican en Asturias 830 cánceres de mama. Desde los años 90 del siglo pasado, cuando comenzaron los programas de cribado, las tasas de incidencia presentan un aumento sostenido, con un crecimiento medio anual del 1,5%. Estas subidas se observa especialmente en el grupo de edad de 60 a 69 años, mientras que en segmentos de edad más jóvenes presentan menores aumentos, posiblemente gracias al diagnóstico precoz que facilita el programa de prevención de esta patología.

Desde el inicio del programa de detección precoz de cáncer de mama en Asturias y hasta 2004, los cribados se dirigían a las mujeres de entre 50 y 64 años. Desde 2005, se amplió el grupo de edad hasta los 69 años. En 2024 se ha comenzado con el incremento paulatino del grupo de edad al que se dirige el programa, hasta que en 2028 se dirija a las mujeres de entre 50 y 74 años.

La cobertura anual es superior al 85% todos los años evaluados, excepto 2019-2021, siendo 2020 el año en que se aleja sensiblemente del objetivo. El motivo se debió al cese de la actividad asistencial del programa durante tres meses y el reinicio de la misma fue a un ritmo inferior a la habitual por las situaciones derivadas de la pandemia.

La participación en los programas es superior al 70% recomendado, excepto en 2020 (en plena pandemia por la covid), que fue del 69%. Las tasas de detección han ido aumentando con los años: ha pasado del 3 o 4 por mil a superar el 5 por mil en la actualidad.

En estos momentos, la Consejería de Salud llama a unas 150.000 asturianas a participar en el programa de cribado de cáncer de mama. Desde este año, se invitará a otras 8.000 más anualmente, con el objetivo de que en 2028 se convoquen a cerca de 200.000 mujeres en total.

En 2019 funciona en Asturias el programa de detección precoz del cáncer colorrectal, dirigido a personas de entre 50 y 69 años. El objetivo que persigue este cribado, como con el de mama, es detectar el cáncer cuando los tumores son pequeños y no hay síntomas, ya que en ese momento los tratamientos son menos agresivos y más personas podrán curarse.

La participación media en este plan es del 34%, siendo superior en mujeres que hombres. El Servicio de Salud del Principado quiere aumentar este porcetaje y, por ello, se marca como objetivo mejorar la participación «para conseguir un estándar aceptable del 45%».

Para ello, desde Salud se procederá a un cambio de la imagen corporativa, con presentación de nuevos documentos dirigidos a población y profesionales; intensificar las campañas publicitarias y divulgativas en pantallas de salas de espera de centros sanitarios y mejorar el sistema de información.

El cribado de cáncer colorrectal se realiza mediante la recogida de una pequeña muestra de heces en un kit que será analizada en el laboratorio, buscando restos de sangre no visibles a simple vista en muchas ocasiones. Si el resultado es negativo, es decir, no hay sangre en heces, la persona será invitada de nuevo realizar la prueba a los dos años. Si es positivo, se continuarán los estudios con la realización de una colonoscopia. Ambas pruebas son gratuitas.

A través del test de sangre oculta en heces se han detectado 633 carcinomas y 5.907 lesiones precancerosas –adenomas o pólipos adenomatosos– desde su completa implantación en Asturias en 2019. El balance de esta iniciativa refleja que 1.504 de los daños detectados eran de alto riesgo (25,4%), 2.244 de riesgo medio (38%) y 2.159 de baja amenaza (36,5%).

El programa permite hallar tumores pequeños, que en muchos casos ni siquiera causan síntomas, de modo que a menudo es posible curar a las personas afectadas. Al mismo tiempo, los tratamientos que se aplican en estos estadios son menos agresivos y la calidad de vida de los pacientes mejora.