Ocho kamikazes han provocado accidentes en Asturias en el último año

Esas fueron las circunstancias que llevaron a R. S. M., de 24 años, a adentrarse en la autovía Ruta de la Plata (A-66) en Mieres, el pasado 3 de marzo. La Guardia Civil tenía montado un control en la rotonda de Caborana (Aller) y el automovilista trató de eludirlo. Los testigos estimaban que accedió a la autovía a 190 kilómetros por hora; se estampó contra un Jeep Grand Cherokee en el que iba otro varón de 67 años. Ambos fallecieron en el amasijo de hierro en el que terminaron los vehículos.

En la misma vía un octogenario provocó un susto que no tuvo consecuencias a pesar de recorrer en sentido contrario al reglamentario los nueve kilómetros que median entre Mieres y Lena. Eran las 7.45 horas del 14 de agosto pasado, la Guardia Civil le escoltó en los últimos tres kilómetros; el varón atribuyó todo a «un despiste».

Hasta anoche el último caso conocido era el de un conductor que dio positivo en hachís, cocaína y heroína y había recorrido de forma temeraria 20 kilómetros con dos niños en el coche. Fue el 13 de junio y durante parte de su periplo llegó a ir en sentido contrario, si bien no lo hizo todo el tiempo. Por fortuna la inconsciencia terminó con una sola colisión sin heridos.

En lo que va de 2019 son seis los conductores kamikazes. Además del de anoche, el de Mieres y el que iba bajo los efectos de los estupefacientes, el 18 de abril un ciudadano terminó con el coche volcado tras recorrer varios kilómetros de la A-63 en Grado, y el 7 de marzo J.M.H. cruzó el centro de La Felguera a gran velocidad, al volante de su BMW y en sentido contrario. Quiso ocultar su fechoría haciendo que su mujer denunciara el robo del vehículo, coartada que los agentes refutaron.