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Un hostelero de Gijón comprueba el pasaporte de un cliente esta mañana. DAMIÁN ARIENZA

Asturias acata a regañadientes el pasaporte covid: «No somos policías»

Hosteleros y clientes acatan a regañadientes el pasaporte covid por las dificultades en su aplicación

Ana Moriyón

Gijón

Martes, 28 de diciembre 2021, 14:18

Los asturianos acatan desde hoy la norma impuesta por el Gobierno del Principado, con el beneplácito del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que obliga a presentar el pasaporte covid para acceder a establecimientos hosteleros, gimnasios, centros sociosanitarios y otros lugares cerrados en los que ... sea susceptible retirar la mascarilla para comer o beber. Se hace a regañadientes por parte de muchos hosteleros, a quienes les toca ahora exigir a sus clientes un pase sanitario para acceder a sus locales que no todo el mundo tiene. Y en muchos casos no por falta de vacunas. «Aquí el problema es la gente mayor, no es lo mismo pedir a un chaval que solicite el pasaporte que a una persona de 70 años», reflexiona Bernardo Álvarez, propietario de La Cañada Real. La jornada, casi veraniega, facilitó que muchos rezagados en la tramitación de este documento optasen por sentarse en las terrazas. «¿Pero qué vamos a hacer cuándo caiga el chaparrón?», se pregunta. Asegura este hostelero que, por el momento, no ha tenido ningún conflicto, pero «si alguien se me remonta, no somos policías ni tenemos autoridad para pedir ningún certificado médico a nadie», advierte.

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Más optimista se muestra Iván Barredo, encargado en otro de los equipamientos hosteleros de los bajos del estadio de El Molinón. «La gente viene preparada, incluso ya ayer, antes de que entrara en vigor la norma. Solo una cliente dio la vuelta, molesta», reconoció. Para él, el problema es la aplicación de la medida. «Lo hacemos a ojo, a la entrada, porque no tenemos ninguna aplicación. Nos fijamos en que tengan la pauta completa», anota. Otros hosteleros apuntan que el control es complicado y hay mucho margen para la «picaresca».

La encargada del Carlin Goal, Isabel Álvarez, reconoce que por ser el primer día se está dando «algo de margen» porque «incluso un policía nacional que vino a tomar un café tuvo problemas para buscar el documento en su móvil». «Otros no lo tienen aún porque la web en la que se tramita se bloqueó ayer y no lo pudieron descargar», comenta. Eso explica, en su opinión, que muchos de sus clientes optaran esta mañana por sentarse a tomar la consumición en la terraza.

«Quieren ponernos de policías y que nos arreglemos con nuestros clientes y sus derechos constitucionales. Es una vergüenza». Verónica Piñera, propietaria de la librería-café La Revoltosa, de Gijón, resume así el sentir de muchos hosteleros críticos con la medida, que califican de «anticonstitucional». «Si la vacuna no es obligatoria, no se puede limitar la movilidad de la gente no vacunada», argumenta.

Y entre los clientes, un poco de todo. Los guipuzcoanos Maider Carrillo y Laureano Manlecón aplauden que Asturias se sume a esta iniciativa, que lleva semanas en vigor en el Pais Vasco. «El que no tenga vacuna que se atenga a las consecuencias», exigen tras mostrar su pase médico. Y a unos metros, en la terraza de otro local, Soledad Dábalos y Francisco Conde protestaban por no poder hacer uso del servicio por no mostrar el pasaporte. «Esto es anticonstitucional y discriminatorio», denuncian.

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