El 65% de los asturianos sufre algún tipo de trauma por la pandemia

En esta ocasión, fueron 6.418 personas las que participaron de manera anónima en el estudio que mide cinco dimensiones psicológicas: la ansiedad, la depresión, el estrés, la evitación de pensamientos y de comportamientos relacionados con la covid (como evitar salir a la calle por miedo al contagio) y los pensamientos intrusivos sobre la covid (que vuelven una y otra vez). En la primera fase predominaba el impacto por lo desconocido y el confinamiento. En esta segunda, destaca en muchas personas el cansancio físico y mental, el hartazgo, el miedo e, incluso, la desesperanza. «En la primera ola la reacción más frecuente fue la de tipo depresivo, la tenían casi el 50% de los encuestados. Una respuesta muy diferente a lo que había reportado China, entonces. Ahora, «la reacción de tipo depresivo ha bajado al 28%, casi a la mitad. Y lo que ha subido es la respuesta de ansiedad, que pasa del 10% a casi el 20%. Esto se aproxima más a lo que pasó en China donde reaccionaron con un 20% de respuesta de ansiedad», asegura la catedrática de Psiquiatría Paz García Portillo, una de las responsables de este estudio.

La respuesta de estrés es similar en las dos olas, «ha bajado un poco también, pero sigue aproximadamente como antes en torno al 25%», apunta. Lo que sí ha subido son los síntomas relacionados con el estrés postraumático. «Esto no quiere decir que estas personas tengan el diagnóstico, pero sí presentan muchos síntomas», puntualiza. Entre ellos, los pensamientos intrusivos que «se le meten en la cabeza, una y otra vez, pensamientos sobre la covid, la familia».

En este mismo apartado se detectan además, «conductas de evitación, es decir, procuran evitar ver noticias de covid porque se sienten fatal. Es igual que cuando has tenido un accidente de tráfico y evitas subirte en un coche, a esto responden el 65% de las personas, que es mucho», destaca. Esta reacción muestra cómo ahora, «la gente está ya como indefensa y traumatizada por todo lo que está pasando», añade. A pesar del empeoramiento de la situación, el estudio también muestra que «el 85% sigue siendo capaz de distraerse con algo a pesar de estar tan mal, aunque supone un poco menos que la vez anterior». Como novedad, en este apartado, el último cuestionario preguntó específicamente si para sobrellevar esto se aumentó su consumo de alcohol y tabaco, y «cerca del 13% reconocen que fuman y beben más para evadirse de esta situación.

Uno de los datos más preocupantes de este estudio alerta sobre el incremento de la idea de suicidio, que «casi se ha triplicado». Según los datos de la catedrática de psiquiatría Pilar Sáiz, «un 25% de las personas piensan que la vida no merece la pena, frente al 9% de la primera ola, y hay un 3% que tiene planificado cómo suicidarse». Lo importante para paliar estos efectos, sobre todo en época de confinamiento, es «disfrutar de momentos de ocio saludable, no sobre informarse sobre la pandemia y evitar conductas de abuso de sustancias como el alcohol», recomiendan.