El asturianismo, «decepcionado», pero cree que aún hay margen para aprobar la oficialidad

Dicho de otra forma, están los que asumen el calendario que fijó Adrián Barbón hace unos días (31 de enero), el único posible -se dice- para que de tiempo a que salga adelante tanto en la Junta como en el Congreso-, y los que defienden que la Legislatura en Asturias dura hasta mayo de 2023, y hasta entonces, todo es posible. También difieren las dos organizaciones en quién señalar como culpable de haber llegado a este punto. Iniciativa pol Asturianu, que son los que asumen el calendario y piden un «acuerdo in extremis» apunta a Adrián Pumares porque dicen que «ha introducido cuestiones extraestatutarias, sin que se corresponde lo que ha ido defendiendo en público y privado». Su presidente, Iván Llera, tilda la actitud de Foro de «poco seria» y recuerda que «se aceptó su línea roja de los tres quintos, y después resultó que tampoco valía». Iniciativa Pol Asturianu trasladó una propuesta a la mesa de negociación que fue desechada el pasado lunes: la creación de una comisión que estudie el modelo fiscal de la región. No obstante, y aunque en un nivel inferior, Llera señala que «si no hay acuerdo, será una derrota colectiva, con mayor responsabilidad para aquellos que han puesto bloqueo sobre la mesa en vez de propuestas».

En la Xunta Pola Defensa de la Llingua Asturiana, en cambio, señalan al PSOE como partido en el Gobierno «que saca adelante muchas iniciativas, y con sumas imaginativas». Les insta a que «pique a más puertas» porque aún queda un año y medio de Legislatura. El hecho de que quede tiempo y, que esta lucha por el reconocimiento de los derechos lingüísticos ya tenga décadas sobre sus espaldas, no quiere decir que se vaya a bajar la guardia. Todo lo contrario. Esta organización ya trabaja en la convocatoria de una manifestación «antes de que llegue la primavera». De mano, Xosé Candel apuesta porque el formato de las negociaciones deje de ser a puerta cerrada y reclama que «se abra el proceso en la Junta, con luz y taquígrafos de lo que se debata».

Por su parte, Liberales por la Oficialidad piden a Adrián Pumares y Adrián Barbón que hagan «un último esfuerzo» para «no dejar pasar esta oportunidad histórica». «Si se quiere, no es imposible», concluyen.