El arzobispo plantea cambiar el acceso a la basílica de Covadonga

El arzobispo insiste en una idea que expresó nada más llegar a Asturias: «No quisiera que el santuario se convirtiera en un parque temático y, por tanto, bienvenidas las ayudas. Más abiertas las puertas de Covadonga no pueden estar, pero no a cualquier precio. Ha habido intentos de soluciones, se han barajado muchas hipótesis, cada una con su presupuesto. Las hemos valorado y no las veíamos viables económicamente y después lesivas, quizás porque pagabas un precio. Porque no se trata de facilitar solo el acceso para una compañía de autobuses muy concreta que no pienso nombrar, se trata de facilitar el acceso a todas las personas, incluyendo esa compañía», explica en declaraciones a EL COMERCIO. Sanz Montes asegura que ya ha tratado esta cuestión con Adrián Barbón. «Yo creo que no va a haber, al menos por el presidente, ningún óbice para llegar a las soluciones viables».

Hay otras cuestiones pendientes. La Iglesia asturiana dispone de «un patrimonio que tiene título de propiedad y denominación de origen, como los buenos caldos, pero no queremos vivir de modo privado; es de la Iglesia, pero no para la Iglesia». Por eso, pide la ayuda de la administración, «como en todos los países democráticos y con sensibilidad cultural». Las ayudas, dice Sanz Montes, están llegando, pero «¿que sean las que se necesitan? Pues muchas veces no».

El arzobispo pone sobre la mesa las 900 parroquias de Asturias, además de las capillas adjuntas, que en ocasiones tienen «más valor histórico y artístico». A lo que hay que sumar el Prerrománico asturiano, «una herencia que hemos recibido y que mantenerla cuesta mucho dinero».

El Arzobispado no ha cuantificado qué cifra necesitaría para afrontar las necesidades, pero «estamos más que apurados -sostiene- y de los presupuestos diocesanos se va demasiado dinero en la reparación y mantenimiento de nuestro patrimonio».

Porque, admite, hay parroquias «sencillas» que necesitan cuestiones básicas como el retejado o «se van a caer». En el caso concreto del Prerrománico, Sanz Montes admite que el presupuesto que el Principado ha reservado para este ejercicio no es suficiente. «Necesitamos bastante más, no sabría decir con precisión cuánto más, pero con 100.000 euros hacemos muy poquito», asegura.

Sanz Montes pone sobre la mesa la situación de Valdediós, «otro lugar querido que nos preocupa enormemente». A pesar de estar habitado, algo que ha podido paliar en parte el deterioro, «cuando hablamos de carencias, hablamos de cantidades con las que nosotros no contamos».