El arzobispo rechaza que Adriana Lastra pueda imponerle «temas, censuras, amenazas y agenda»

En un tono algo más elevado de lo habitual, el arzobispo, Jesús Sanz Montes, no solo evitó dirigirse a Adriana Lastra por su nombre o por su cargo, sino que además comenzó su mensaje denominándola con un muy coloquial «seño». Escribió el arzobispo que «viene la seño con consignas. Marcando el paso desde su ideología».

Dicho esto, el arzobispo entró en harina y criticó su «atrevida, ignorancia que impone temas, censuras, amenazas y agenda».

Es más, indicó el arzobispo que «lecciones, quien puede, no quien quiere», indicando así que Adriana Lastra no estaría capacitada para hacerle ningún tipo de indicación sobre lo que debe o no debe decir en público el representante más alto de la iglesia Asturiana.

Por último, el arzobispo dejó sentado que sus discursos seguirán ateniéndose a lo que le dicta su conciencia, al afirmar que « amo demasiado la libertad, esa que se deriva de la verdad, como para encogerme ante etiquetas sincronizadas», palabra, esta última, que parece apuntar a que el arzobispo estaría viendo en la actitud de Adriana Lastra una estrategia de fondo de un determinado grupo de personas y no solo un posicionamiento personal de la nueva delegada del gobierno.