Los acusados, detrás de sus abogados durante el juicio. Á. PIÑA
Juicio por el 'caso Ardines'

«Ardines murió por la fractura craneal y la compresión del cuello», declaran los forenses

Los médicos que estudiaron el cadáver del concejal llanisco señalan que el estrangulamiento «se produjo con el antebrazo, desde atrás»

OLAYA SUÁREZ

OVIEDO.

Miércoles, 24 de noviembre 2021

Los dos médicos forenses que realizaron la autopsia al cadáver del concejal de Llanes relataron en la mañana de ayer en el juicio que se celebra en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en Oviedo, que «Javier Ardines falleció por un shock del ... sistema cardiorespiratorio debido a la compresión del cuello y a la fractura craneal producida por un golpe». El estrangulamiento «se realizó con el antebrazo, ejerciendo la presión desde atrás, comprimiendo la nuez con el hueco del codo».

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El cadáver tenía «lesiones defensivas en los antebrazos» y los labios rotos, «debido a los golpes producidos bien con los propios puños o con un objeto contundente y romo», explicaron.

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El abogado de Jesús Muguruza preguntó a los médicos sobre si podía determinar el número de personas que intervinieron en la agresión al concejal de Llanes, a lo que los forenses contestaron que «desde el punto de vista médico no, no se puede determinar». Tampoco pudieron precisar si el autor o los autores del ataque supieron en el mismo lugar si habían matado a la víctima. «No se puede determinar si la persona o personas que cometieron la agresión supieran si lo habían dejado vivo o muerto, pero sí que fuesen conscientes de que se había producido un daño importante y grave».

Los peritos explican que Javier Ardines bloqueó los teléfonos de Katia y su marido el 14 de agosto, un día antes del crimen

A los peritos forenses les siguieron los agentes de la Guardia Civil que realizaron los informes técnicos, entre ellos los funcionarios del departamento de biología, quienes relataron que detectaron restos de ADN de la víctima y también de A., la mujer con la que Javier Ardines había mantenido relaciones íntimas horas antes del crimen.

El perfil genético de esa mujer fue localizado «en el coche y también bajo las uñas de Javier Ardines». Además, una mezcla de los perfiles de ambas personas fue hallada en la valla que colocaron en el camino de la víctima, que supuestamente apareció allí por transferencia, si bien los guardias señalaron: «Nosotros no podemos determinar cómo llegó hasta allí, pero sí constatamos que estaba el ADN en el lugar».

Otro de los peritos que intervino fue el guardia civil que realizó el análisis del volcado de los datos de los dos teléfonos móviles de Javier Ardines y de su tablet. A las preguntas del abogado de Pedro Nieva, el supuesto inductor del crimen, señaló que «tenía bloqueados diez números de teléfono» entre ellos, a partir del 14 de agosto (dos días antes del asesinato), «los teléfonos de Katia y el que tenía guardado como Pedro Katia». Fue ese día cuando Pedro Nieva envió a la esposa de Ardines y a su hija la grabación en la que se ponía de manifiesto la relación entre Ardines y Katia. Con la sesión de ayer concluyen las pruebas testificales y el jueves dará comienzo la lectura de las conclusiones de las partes, previas a la deliberación del jurado.

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