Arcelor pagará más por el agua y cede un canal para asegurar su planta de Gijón

La multinacional es heredera de una serie de infraestructuras de toma y suministro de agua, entre las que se cuenta el canal del Narcea. Esta tubería de 29,5 kilómetros ejecutada en los años 60 toma el recurso en Quinzanes (Pravia) para llevarlo hasta Ablaneda (Corvera). Es así la fuente de suministro preferente de la factoría de Avilés, un complejo a transformar.

El desmantelamiento de las baterías de cok mermará en unos 14,7 hectómetros cúbicos el consumo de la instalación. Es lo opuesto a lo que vive la planta gijonesa, incapaz de autoabastecerse y con necesidades de agua que se vienen incrementando año tras año. En 2016 compró 10 hectómetros cúbicos al Consorcio de Aguas de Asturias (Cadasa), el pasado curso su consumo aumentó un 15% y a futuro quiere dotarse de una central eléctrica que dejaría las necesidades cerca de los 15 hectómetros cúbicos.

Para Arcelor, lo ideal sería tener una tubería capaz de trasvasar el agua sobrante de Avilés y llevarlo a Gijón. Carece de ella pero sabe que Cadasa sí cuenta con un entramado capaz de cumplir con esa función. Por eso esta vez las negociaciones emprendidas por Medio Ambiente, Cadasa y la empresa para hacer un cambio de cromos han llegado a buen puerto.

El consejo de administración del consorcio respaldó ayer las conversaciones y autorizó a Lastra a culminarlas firmando dos acuerdos. El primero actualiza las tarifas que Cadasa cobra a la siderúrgica. Hasta ahora regía un precio único acordado en 1993. Con el nuevo pacto, la factoría tendrá dos tarifas, la más cara en verano y la barata en invierno. Son los mismos precios que abonan los 29 concejos que beben de Cadasa, y resultan más económicos que los que se pasan al resto de industrias. Los técnicos estiman que con los nuevos precios, Arcelor acabará pagando alrededor de 4,5 millones de euros por un consumo anual que ahora le sale a 3,5.

El segundo acuerdo constituirá una Comunidad de Usuarios entre el Ayuntamiento de Avilés, Cadasa y ArcelorMittal para una nueva gestión del canal del Narcea. El consorcio podrá así abastecerse de la instalación y a cambio asumirá la mitad de las inversiones y parte del mantenimiento. El compromiso es abonar un mínimo de un tercio del mismo; el resto de la factura se la repartiría con la siderúrgica en función de cuánto agua hayan extraído cada uno del canal ese año. Cabe recordar que para Cadasa lo más barato sigue siendo abastecer al área central desde los pantanos de Tanes y Rioseco, pues su mayor altitud disminuye la necesidad de bombear agua. Solo utilizará el canal del Narcea en caso de sequía, y para llevar el agua a localidades situadas por debajo de los 200 metros de altitud.

Con ese millón adicional que pagará Arcelor «puede ser que equilibremos» los costes de mantenimiento del canal, reconoció Lastra. Con todo, «estamos dispuestos a gastar mucho dinero para garantizar el abastecimiento del área central», dijo. El pacto lo consigue y, a su juicio, esa seguridad de suministro es «un factor de localización industrial».