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«Me agredió, me dio patadas y puñetazos en la barriga, dejándome marcada la parte lateral del cuerpo». «Recibo constantemente insultos y amenazas del tipo 'hija de puta', 'cojo un cuchillo y te lo clavo'». «Una familia me agredió en plena calle». ... Son los testimonios de tres profesores asturianos, tres de los 36 que, según el último informe del Defensor del Profesor de ANPE Asturias, sufrieron el curso pasado acoso o violencia. El sindicato ha presentado hoy las cifras, que suponen un aumento de casos atendidos respecto al curso anterior, cuando hubo 33 denuncias en el Servicio de Defensor.
Los casos más graves de esos 36 son las siete agresiones físicas: seis por parte de los alumnos y uno más por parte de un padre. Pero también hubo un caso de ciberacoso, tres de amenazas, diez denuncias por parte de las familias, cinco de falsas acusaciones contra los docentes, presiones para modificar notas, problemas para dar clase... Con todo, lo más habitual son las faltas de respeto hacia el profesorado, tal y como ha explicado esta mañana Montserrat Fernández y Gumersindo Rodríguez.
Desde el sindicato han querido destacar no solo la gravedad de los hechos sino sus consecuencias: «El cien por cien de los casos presenta cuadros de ansiedad«, han explicado. Varios profesores han estado incluso de baja médica por los hechos denunciados. »Los datos recopilados en el curso 21-22 ponen de manifiesto que el problema en las aulas sigue siendo una asignatura pendiente dentro del sistema educativo que no se resolverá fácilmente sin un apoyo político, social y familiar«. Desde ANPE alertan también del »deterioro del ambiente escolar, que repercute en la calidad de la enseñanza«.
Una de las cuestiones que llaman la atención es que «ya desde las etapas más tempranas el profesorado es desautorizado delante de los niños de forma violenta por unos padres sobreprotectores que acuden al centro de forma impositiva y agresiva«. De los 36 casos registrados, 17 tuvieron lugar en Primaria; 12 en Secundaria; tres en Formación Profesional, otros tres en Infantil y uno más en una Escuela Oficial de Idiomas.
El sindicato elabora este informe desde el año 2006. Desde entonces han recogido las denuncias de 464 docentes. Por eso, piden a la Administración que intervenga con una campaña de concienciación social, protocolos de actuación, un Plan de mejora de la convivencia escolar, asistencia psicológica y jurídica y el reconocimiento «de las consecuencias de las agresiones como enfermedades profesionales de los docentes«. También piden que se clarifiquen las funciones del Coordinador de Bienestar respecto a la «prevención, detección precoz y protección del alumnado frente a la violencia». El Servicio del Defensor del Profesor ofrece apoyo psicológico y asesoramiento general a los docentes que denuncian situaciones de este tipo ante el sindicato.
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