'Ana', la tormenta «histórica» que azotará el lunes la costa cantábrica

Según las previsiones de la Aemet, 'Ana' provocará precipitaciones que podrían superar los 80-100 litros por metro cuadrado, especialmente en el cuadrante noroeste de la Península y en zonas montañosas, aunque afectarán a la mitad norte de la Península e irán debilitándose a lo largo del lunes, cuando la borrasca se irá alejando. En cuanto al viento, se esperan rachas que podrán superar los 80-100 kilómetros por hora en amplias zonas de la Península y Baleares e incluso los 120 kilómetros por hora en el litoral de Galicia y zonas montañosas cercanas. Todo ello provocará, además, oleaje que afectará, sobre todo, al litoral noroeste.

Los fuertes vientos son, de hecho, el rasgo más característico de este fenómeno, por lo que se ha activado el aviso naranja en toda Galicia (en este caso también por fenómenos costeros), Castilla y León, norte de Cáceres, Toledo y La Rioja. En alerta amarilla están Asturias (también por temporal costero), Cantabria, Vizcaya, Guipúzcoa, Álava; el norte de Navarra, Huesca, Lérida y Gerona; Zaragoza, Teruel, Guadalajara, Madrid; el interior de Castellón y de Valencia; Badajoz, Cáceres, Almería y Baleares.

En cuanto a la cota de nieve, el lunes se situará en torno a los 700-100 metros «en la mitad norte conforme las precipitaciones vayan debilitándose».

La agencia meteorológica ha explicado que se trata de una tormenta «histórica» porque es la primera vez que se le asigna un nombre a una borrasca profunda. Según recoge ABC.es, desde el pasado 1 de diciembre los servicios meteorológicos nacionales de España (Aemet), Francia (Météo-France) y Portugal (IPMA) están coordinados para poner nombre a las borrascas más fuertes que puedan afectar a alguno de los tres países, esto es, a aquellas que se profundicen de tal manera que puedan producir un gran impacto en bienes y personas. Pues bien, la primera de estas grandes borrascas, 'Ana', se está gestando en estos momentos, según el Centro Europeo de Predicción, y el domingo podría afectar de lleno a la Península.

Las condiciones para que una borrasca sea susceptible de recibir un nombre son que ésta debe profundizarse rápidamente y los modelos prevén que 'Ana' lo haga incluso más rápido que el umbral para considerarse una ciclogénesis explosiva.