No se ha vacunado. Ni lo hará en breve plazo. La gerente del organismo que gestiona la red pública geriátrica asturiana, Establecimientos Residenciales para ... Ancianos (ERA), no figura en el listado de directivos sanitarios que ya han recibido dosis contra la covid. Defiende, no obstante, que lo estén los equipos de todos los centros residenciales, «por responsabilidad».
Ana Suárez Guerra (Oviedo, 1970) se enfrenta a la tercera ola de la pandemia con el mayor crecimiento presupuestario de los últimos años.
–¿Esperaba esta tercera ola?
–Sí, era una ola anunciada. Mientras no llegara el fenómeno estupendo de la vacuna, sabíamos que la habría. Como siempre, un poquito más tarde en Asturias que en el resto del país, como pasó en la segunda. La idea era prepararnos para ella.
–El Observatorio de Salud certifica menos letalidad en residencias en esta tercera ola. ¿Por haber hecho los deberes?
–El aprendizaje continuo ha hecho que sistematicemos una cierta normalidad en la protección y en la prevención en los centros. La situación sabíamos que iba a ser agresiva en esta tercera ola y tuvimos que aprovisionarnos de material y de coordinación.
¿Cuántos brotes hay en el ERA?
–Hemos tenido siete, alguno con más impacto, como en Los Canapés, y otros que responden a eso que indica el Observatorio de Salud: que el impacto ha sido más leve. No obstante, las personas que viven en residencia son personas mayores con pluripatología, cualquier tipo de incidencia tiene más impacto en ellas.
–¿Cuál le preocupa más ahora?
–En El Nodo tenemos 16 casos, todos derivados y con sintomatología muy leve. En Los Canapés estamos en fase de resolución. Ya se han vacunado los usuarios que dieron negativo en la PCR.
–¿Usted se ha vacunado?
–No. Lo haré cuando me toque. Yo no hago atención directa.
–Pero es gestora sociosanitaria y acude a centros con covid.
–Hace tiempo que no voy. Había empezado una ruta por todos los centros en diciembre, pero la he parado con el inicio de la tercera ola.
80% de la plantilla inoculada
–Si ahora hay una crisis en un centro ¿usted no va a ir?
–Hay medidas de protección para entrar y, por supuesto, evitaría todo tipo de contacto. Insisto, yo me vacunaré cuando me toque; a la vez que el resto de la población con enfermedad crónica.
–¿Se está criminalizando a los directivos que se vacunan?
–La decisión que se ha tomado de que los directores de los centros se vacunen es necesaria. Tanto en la pandemia como en la vacunación, lo que más hemos aprendidos es que, por encima del interés individual, está el colectivo. Vacunarse es un acto solidario y de coherencia social. Si estamos evitando que entren visitas o que salgan los residentes para minimizar el riesgo, sería una irresponsabilidad que los directores no se vacunaran.
–¿Será obligatorio estar vacunado para trabajar en el ERA?
–Es una cuestión que se marcará desde Salud Pública. Pero el ERA no va a tener una actitud discriminatoria en ese sentido.
–¿Cuántos usuarios y profesionales se han vacunado?
–No son datos oficiales, porque esos los lleva la Consejería de Salud, pero el registro que nosotros tenemos nos dice que el 92% de los residentes se han puesto ya la primera dosis. Y casi el 80% de profesionales.
–¿El 80%?
–Ha habido personas que, sobre todo al principio, por miedo, por enfermedad o porque no estaban trabajando, no se vacunaron, pero se les ha dado ahora a todos la opción de vacunarse.
–El 92% de los usuarios tiene la primera vacuna. ¿Y la segunda?
–Los usuarios de todos los centros (el ERA gestiona 20 centros polivalentes, cinco residencias y tres bloques de apartamentos), excepto cuatro en los que hay brote, tiene ya la segunda dosis. Creo que se ha hecho un trabajo excelente.
–¿Habrá un incremento salarial como premio a tanto esfuerzo?
–Todo lo que pueda mejorar la vida de los profesionales que trabajan en el ERA, lo haremos, pero dentro del marco que indica Función Pública.
–¿2021 será el año de equiparación salarial entre ERA y Sespa?
–Insisto en que depende de Función Pública, pero sí hemos transmitido que haya mejora. Hemos dado un primer paso, que es que se mejore la baremación. La necesidad de atraer talento está relacionado con que se valore igual el tiempo trabajado en el ERA con el del Sespa.
–También piden aumento los geriátricos con los que concierta plaza. Que el ERA paga poco.
–El precio público está establecido. Estamos pendiente de hacer nuevos pliegos para hacer nuevos conciertos e incluir otras cuestiones más allá de lo puramente económico.
–¿El precio público va a subir?
–No depende de mí.
17 empleos ofertados
–Maneja este año uno de los mayores presupuestos que ha tenido el ERA: 155 millones
–El Principado apuesta por el ERA. El incremento del presupuesto para este año es del 9%. Si queremos que el conjunto de centros de la red pública tenga una buena asistencia, eso va ligado a una necesidad de aumento de profesionales y, también, material de protección. Refuerzos en limpieza, alimentación...
–¿Alimentación?
–No me refiero a comida, sino a procedimientos que tenemos que tener en marcha para que las personas coman, como mantener la distancia de seguridad, lo que obliga a duplicar espacio y tener más personal.
–¿Los refuerzos del año pasado, cuando invirtió más de tres millones en personal extra, han venido para quedarse?
–Incrementamos la plantilla un 13% y la estabilidad de los contratos fue mucho mayor. La estabilidad da calidad en la asistencia. Nuestra línea es intentar estabilizar. Hemos hecho contratos programa, que son de tres años. Acabamos de sacar una convocatoria para cubrir diecisiete puestos de responsables asistenciales.
–¿Qué cualificación se exige?
–Enfermería.
–¿Y va a encontrar? El año pasado buscó hasta en Portugal y no encontró.
–Ese es el reto. No podemos estar en la inacción. Lo que está claro, insisto, es la apuesta por el ERA. La partida en personal ha crecido un 7%, lo que supone 4,8 millones más. Tenemos una plantilla de 1.721 personas. En 2020 creció un 13%. Esto hace que las ratio mejoren mucho.
–¿Han notado menos demanda?
–Sí, tenemos menos usuarios. No solo porque de las 3.092 plazas de gestión directa tengamos bloqueadas 461 (373 por covid), sino porque ha bajado la demanda. Si el 31 de diciembre de 2019 había 1.651 personas a la espera de plaza, un año después eran 1.600.
–Nunca había bajado la lista de espera. ¿Miedo a la covid?
–No hemos hecho un análisis fino, pero sí puede que se prefiera una atención domiciliaria o a otro tipo de recursos. Las residencias son necesarias, pero está claro que la gente quiere vivir en su casa.
–¿Los centros de día del ERA seguirán cerrados?
–Los que comparten espacio con las residencias, sí.
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