Los alcaldes asturianos defienden sus hospitales comarcales frente al nuevo mapa sanitario

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Miriam Suárez

El Principado concentrará la gestión de su sistema de salud en tres grandes áreas, en lugar de las ocho actuales, tal y como adelantaba EL COMERCIO el pasado miércoles. Una reordenación que, tal como se ha encargado de repetir una y otra vez la consejera de Salud, no implicará el cierre de ningún dispositivo sanitario y mejorará la calidad de la atención que se ofrece a los pacientes. Aun así, los alcaldes de las áreas sanitarias fusionadas no se fían y defienden a capa y espada sus hospitales de zona frente a «este movimiento de rayas en el mapa».

La alcaldesa de Coaña, donde se encuentra el Hospital de Jarrio, se posicionaba ayer «en contra totalmente» de la fusión de áreas sanitarias. «Estamos preocupadísimos, porque nos tememos que, con este mapa sanitario, van a rematar el Hospital de Jarrio, que ya está en una situación crítica», señalaba ayer Rosana González. El noroccidente se vinculará a Avilés y su 'hospital madre' pasará a ser el San Agustín. «No lo vemos claro. Lo que queremos no es un mapa, sino un plan que resuelva nuestros problemas», incidió la regidora. A saber: «Derivaciones al San Agustín, al HUCA, a Jove, a clínicas privadas... Y constantes anulaciones de consultas. Nos están dando cita con el oftalmólogo para 2025».

En el suroccidente asturiano, con su propio hospital en Cangas del Narcea, tampoco lo ven claro. Es habitual que el Servicio de Salud del Principado derive a los pacientes de la comarca al HUCA, que, con la nueva organización, pasará también a ser el 'hospital madre' de la cuenca del Caudal, además de Oviedo y los concejos del área central. «Somos reticentes», declaraba ayer José Luis Fontaniella, alcalde de Cangas del Narcea, que, en la misma línea que el resto de alcaldes, insiste en reivindicar «más personal y mejores servicios para nuestro hospital», porque «ahora mismo ni se están cumpliendo nuestras expectativas ni el servicio sanitario que se está prestando al Suroccidente es óptimo».

Tan reticentes están los vecinos del suroccidente, que incluso han convocado una concentración ante el centro hospitalario de Cangas del Narcea para exteriorizar su «malestar y preocupación». La Consejería de Salud pretende alcanzar el mayor consenso posible y se ha comprometido a consultar a todas las partes implicadas -desde alcaldes a profesionales o pacientes- antes de aprobar el nuevo mapa sanitario de Asturias. Pero la situación está tensa, y «no por que haya tres áreas sanitarias, diez o veintisiete», sino porque «tenemos carencias que no sé si se solventarán».

La puntualización proviene del alcalde de Mieres, Manuel Ángel Álvarez, que ayer reclamaba saber «en qué se va a traducir este mapa». Es decir, «nos da igual si la raya va por aquí o por allá, lo que queremos es que, si necesitamos cuatro urólogos o seis oftalmólogos, que los haya». Y, sobre todo, que «nuestro Hospital Álvarez Buylla no vaya a menos». El alcalde de Langreo, donde se encuentra el Hospital Valle del Nalón, se expresaba en términos muy similares. A efectos administrativos, se integrará en el área sanitaria organizada en torno a Gijón y el Hospital de Cabueñes, al que también se adscribirá el Oriente asturiano. Roberto Marcos García advertía que «la única comunicación con Gijón es la Autovía Minera» y que «no vamos a permitir que los vecinos del Nalón pierdan cercanía ni prestaciones». O dicho de otro modo: «Hay que dotar a nuestro hospital de contenido para que no se convierta en un mejor ambulatorio. Yo creo que el borrador de la Consejería hay que madurarlo un poco más».