Aitor eleva el nivel de los ríos y genera pequeños argayos en Asturias

Un reguero de pequeños argayos y desprendimientos, así como otros daños menores a causa de las intensas rachas de viento, es la huella de la borrasca Aitor, que hoy dará sus últimos coletazos afectando sobre todo al mar (hay alerta amarilla por vientos de fuerza siete y ocho en toda la costa de Finisterre al País Vasco). Una borrasca que también ha traído una notable elevación de las temperaturas máximas, con hasta 29 grados ayer en el litoral.

En todo caso, ayer se mantuvo la guardia alta ante posibles riesgos, como hizo el abad de Covadonga, David Cueto, que después de que se notasen goteras de cierta entidad en el interior de la basílica ha decidido cerrar el edificio a las visitas y el culto hasta que la situación se solvente. La lluvia caída y que sigue cayendo a intervalos ha generado pequeñas riadas, especialmente notables en el recorrido interior del Jardín del Príncipe, cuyas escaleras parecían un pequeño arroyo esta mañana. Espectacular, eso sí, el 'chorrón' bajo la gruta, como reportó el propio abad a EL COMERCIO, por la cantidad de agua caída por encima de la altitud a la que se encuentra la Cueva, que está siendo desaguada, en parte, a través del mencionado 'chorrón'.

Por otra parte, la Guardia Civil ha cerrado el acceso a los lagos de Covadonga y recomienda extremar las precauciones en cualquier desplazamiento por Asturias, en especial en zonas de montaña y en la proximidad de la costa. Está especialmente desaconsejado caminar por sendas costeras o paseos marítimos, porque el viento racheado alcanzará hoy también intensidades cercanas a los 80 kilómetros por hora en la costa.

Pese a la mejoría del tiempo prevista para hoy, es recomendable no desplazarse por zonas de montaña salvo estricta necesidad, sobre todo en lugares en los que sean probables los argayos, puesto que el terreno se ha cargado de agua y, como informa el alcalde de Somiedo, Belarmino Fernández Fervienza, «aunque no tenemos ninguna carretera cortada, han caído muchas piedras del monte a las calzadas. Ha llovido mucho», anotó, aunque también a intervalos el sol se ha dejado ver en este concejo montañero, mientras las nubes se siguen desplazando en altura a velocidades muy notables.

Pequeños argayos se reprodujeron también por otras zonas, fundamentalmente por el efecto de la acumulación de agua en el terreno, que reduce la consistencia de las laderas y en la base de las carreteras, como la de acceso a Santianes, en Ribadesella, que sufrió un hundimiento, o en la subida a la Capilla de La Guía de la capital riosellana.

Por lo que toca a los ríos, la Confederación Hidrográfica tiene bajo vigilancia todas las cuencas asturianas, como siempre, pero sitúa en nivel amarillo buena parte de los cauces medios y altos, y tiene en nivel naranja la zona baja del Sella y la totalidad de los pequeños ríos orientales del Ereba y el Bedón, si bien en todos los casos la tendencia es a una disminución del aporte de agua, según el sistema de vigilancia de la Confederación.

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