«AENA ya está trabajando en el aeropuerto de Asturias del futuro»

-Tras el mejor verano de la historia llega el invierno con más rutas. ¿Contento?

-Esperanzado. La recuperación ha sido muy fuerte. Solo hasta septiembre ya tenemos recuperado el 98% del tráfico de 2019 (el último año antes de la pandemia). Y desde mayo, superándolo.

-Y el verano...

-Con los resultados de julio, agosto y septiembre ha sido el mejor verano de nuestra historia. Ojo, no temporada de vuelos, entendiendo por verano la que va de final de marzo a final de octubre, sino esos tres meses. Y hubo un mes, el de agosto, en el que tuvimos la mejor cifra mensual de la historia.

-¿El mejor mes de la historia?

-Si, en agosto de 2022 tuvimos la mayor cifra de pasajeros en un mes.

-Y en el verano aún no había llegado el récord de rutas de la cartelera de invierno.

-Sí, vino de la mano de lo que todo el mundo había previsto: que el mercado nacional iba a tirar de la recuperación. Y aquí se ha recuperado por encima de la media.

-Si eso ha pasado con las rutas que ya teníamos, ¿que prevé que ocurra en la temporada de invierno (desde 30 de octubre al 26 de marzo), cuando Asturias tenga la mayor oferta aérea de la historia?

-Ahora vamos a tener la mejor temporada de invierno de nuestra historia. Con más de 865.000 plazas, un 38% más que en 2019. Y se unen a las rutas de París y Londres (Gatwick) las de Londres (Stansted), Ámsterdam, Roma, Bruselas, Düsseldorf y Dublín. Es la mayor cifra en pasajes y en conectividad. Y, otro récord, nunca hemos tenido tantas conexiones internacionales como vamos a tener ahora.

-Incluso inéditas, como Ámsterdam, Düsseldorf o Dublín.

-Efectivamente. Son todos mercados en los que se ha identificado potencial. Alguno de ellos ya fueron atendidos en otros años, como el caso de Roma o Bruselas, pero el resto de mercados son los que, vía todas las fuentes de información que maneja Aena, tanto de búsquedas como de tráfico indirecto.

-Ese crecimiento llega dopado por la, también histórica, inversión regional: casi 9 millones en promoción turística para sustentar las nuevas rutas.

-Cualquier apoyo a una empresa en su desarrollo no deja de ayudar. Y las compañías son empresas, cualquier estímulo que reciban les va a facilitar. Pero por sí mismo el apoyo no le da sentido a una ruta si no hay potencial ni demanda. Puede ser una buena ayuda para empezar a arrancar, pero luego la ruta tiene que generar una demanda por sí misma para que sea viable y rentable.

-Ruta consolidada la tenía EasyJet con Londres, pero en cuanto se acabó la subvención se llevó el avión a otro destino.

-Sí, pero ahora volvemos a tener esa ruta. Una conexión con Londres tiene sentido, porque hay una demanda para ello.

-Ese aumento del tráfico que se espera ¿hará crecer al aeropuerto o está diseñado para asumir mayor volumen de pasaje?

-Ahora mismo no hay cuellos de botella. No hay obstáculos para que un compañía se pueda plantear operar aquí. Pero el análisis entre capacidad y demanda se hace de manera continua. Y si la tendencia es esa ya estamos trabajando en repensar cómo puede ser el aeropuerto a futuro.

-¿Puede hacer algún avance?

-Es pronto todavía. Tiene que haber unas fases de planificación previa, a nivel de diseño funcional... A día de hoy, ya digo, no hay cuellos de botella, pero tenemos que estar preparados.

-Aunque dice que están en fase inicial, ¿por dónde debería cambiar el aeropuerto?

-Tendríamos que repensar el aeropuerto. Hacer un diseño funcional de la instalación y ver cómo plantear las líneas de desarrollo. Ya no solo ampliando, sino reconfigurando las diferentes zonas: de embarque, de facturación...

-¿Hay alguien en Aena que ya está pensando y dibujando ese aeropuerto del futuro?

-Estamos empezando a pensarlo. Pero hablo de años vista. Es un proceso lento, de planificación, elaboración del proyecto y ejecución.

-En 2021 concluyó la mayor obra del aeropuerto, la renovación de la pista. Se dijo que para los próximos 50 años.

-Eso fue una manera de decir que tras 50 años de tener la pista que teníamos, que casi no se tocó desde su inauguración, en 1968, hubo que adaptarla y prepararla para el futuro, sin afectar a sus parámetros operativos.

-Hubo que levantarla entera. Más de 12 millones de inversión. ¿Está todo concluido?

-Sí. Como se sabe, hubo que adaptarla a todas las normativas. Tenemos un estudio que da por válida y segura la situación actual de la pista. No obstante, está en continuo seguimiento por si sobrevinieran novedades.

-¿Qué proyectos hay en marcha?

-Para 2022-2026 hay previstos 7 millones de inversión en el aeropuerto de Asturias. La principal obra empieza el año que viene, es la adaptación de todos los sistemas de control y tratamiento de equipajes, con 2,7 millones.

-¿Y hasta los siete del total?

-Son actuaciones de mejora operativa, de seguridad, no que incrementen capacidad, pero sí que se adapten a los requisitos. Ninguna de ellas, claro, de la envergadura de las que ya hicimos, con la pista, los sistemas de climatización, aparcamiento. En los últimos años se ha hecho un esfuerzo muy grande para prepararse para el futuro.

-El hipódromo (el área donde se clasifican y controlan las maletas facturadas) ya fue ampliado.

-Sí, ahora no se aumenta la superficie, sino que se trata de una adaptación a los nuevos niveles de seguridad. La Unión Europea establece unos estándares y ahora vamos a adaptar la infraestructura a esos nuevos requisitos. Eso implica un esfuerzo muy grande en máquinas nuevas, renovar las cintas y los motores.

-¿Radiografían las maletas?

-Sí, sacan una imagen sin abrir la maleta. El vigilante puede visualizar con mucha mayor precisión, en tres dimensiones, todo lo que hay dentro.

-Vuelve Ryanair. Dice usted que el aeropuerto no tiene cuellos de botella, sin embargo, en la anterior etapa de la compañía (2012-2013) hubo problemas de colas en el control.

-El esfuerzo se ha hecho para que no se formen. Uno de los procesos más auditados es el de inspección de seguridad. Por norma, el 98% de los pasajeros tienen que esperar menos de 10 minutos en la cola. Y eso lo estamos cumpliendo. Y prevemos cumplirlo.

-No todos lo cumplen.

-Bueno, alguno habrá que pinche en algún momento, pero la norma dice que el 98% de los pasajeros deben esperar menos de 10 minutos. Y nosotros lo cumplimos. Y con este verano que hemos pasado con cifra histórica de usuarios.

-¿Se abrirán los dos arcos?

-Sí, tendremos configurado el dispositivo doble muchas más horas para cumplir con el objetivo.

-Crecer usuarios, ¿conlleva más plantilla?

-En AENA, cuya misión es tener servicios operativos, es prácticamente la misma. Pero cada compañía trae su propio personal. Oscilamos entre 550 y 600 personas de unas 55 empresas trabajando simultáneamente. Tenemos unas instalaciones que ocupan 186 campos de fútbol. Y que tiene en la semana de la entrega de los Premios Princesa de Asturias el pico de actividad.

-¿Funciona la sala VIP?

-Está preparada, pero no tenemos el servicio. Durante un tiempo se usó, antes de la pandemia.

-¿No se usó este verano?

-No, pese al aumento de tráfico. Tenemos que identificar una demanda suficiente para que sea viable tener el servicio en un horario aceptable. Hoy por hoy, no.

-Usted siempre dice que no hay competencia entre los aeropuertos de AENA. Durante estos años, en los que Asturias llegó a no tener rutas internacionales. se decía 'El aeropuerto de Asturias está en Santander'... Pero no ha habido un 'sorpasso'.

-Lo que llena un teatro no es el escenario o los asientos, lo que lo llena es la obra. Pues lo mismo pasa en un aeropuerto, lo llena el territorio, el destino. ¿Por qué hay mayor tráfico ahora? Porque hay una mayor demanda de viaje. Tanto de los asturianos que queremos movernos, como el potencial de visitarnos e invertir aquí. Lo que nos queda a los aeropuertos es ofrecer el mejor servicio y seguridad. Y trabajar con las administraciones. Se trata de lo que llamamos la lluvia fina: ir sugiriendo destinos. Hay un equipo de marketing muy potente en AENA que facilita datos, genera casos de negocio, facilita contactos, información. Pero la razón última está en el destino.

-Comprado su argumento, la obra que ofrecía el aeropuerto de Santander era más internacional que la de Asturias y no han absorbido el pasaje.

-Claro, porque cada aeropuerto atiende un destino y ese destino tiene sus características especiales. Su entorno particular. El aeropuerto de Asturias está, estaba y estará en Asturias. Aquí ha habido un mercado nacional muy potente, unas necesidades de movimiento con Madrid incluso en las peores situaciones. Cuando, por la pandemia, no se podía mover casi nadie, aquí teníamos un vuelo a la semana con Madrid.

-Iberia, que siempre llega al titular por sus altos precios desde Asturias, es la única compañía que no ha dejado de operar.

-Siempre ha estado. Lleva desde 1968, que se inauguró este aeropuerto, hasta ahora.

-Esa lluvia fina de la que habla, ¿prevé competencia para Iberia en la ruta a Madrid?

-Datos hay suficientes como para que pueda ser interesante para otra compañía. Y experiencia tenemos, no siempre ha sido Iberia la única operadora.

-La niebla ya no es problema.

-No, la categoría III del sistema de aterrizaje es la del estándar habitual, ya no hace falta que hagan pruebas las compañías. Por niebla solo hemos tenido dos cancelaciones. Y hemos tenido años de ninguna cancelación.