Adriana Lastra tomó posesión este viernes de su cargo como delegada del Gobierno en Asturias, en un acto en el que estuvo acompañada por el presidente del Principado, Adrián Barbón; el ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, y la delegada saliente, Delia Losa. Al ... acto acudió un centenar largo de representantes de la sociedad política, civil, judicial y empresarial, además de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado. El encuentro permitió a Lastra evidenciar que ha vuelto a la primera línea política, con más responsabilidades familiares, pero con las mismas prioridades políticas.
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«Agradezco al presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, la confianza depositada en mí. Juntos hemos pasado por todo tipo de vicisitudes, y esta vez también voy a dejarme la piel por mi país, al igual que hace él», comprometió. «Puede estar convencido de que con la máxima lealtad pondré todo de mi parte para representar en Asturias a este Gobierno progresista que sitúa a la igualdad y el feminismo en el centro de toda la acción política y del que no puedo estar más orgullosa», apuntó.
Abierta la caja de las convicciones, fue directa. Explicó que entre las invitadas estaban sus «compañeras de viaje del Tren de la Libertad, con el que hace diez años conseguimos parar la dañina reforma de la Ley del Aborto». Recordó que van 27 mujeres asesinadas en crímenes de violencia de género en lo que va de año. «El feminismo seguirá siendo mi bandera y la lucha contra todas las desigualdades será mi máxima prioridad», avanzó.
Eso, desde la Delegación del Gobierno, tiene consecuencias: «Quiero mandar un mensaje de esperanza a las mujeres que sufren violencia en Asturias: confíen en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, en los operadores jurídicos, y en las administraciones públicas, porque las vamos a proteger». Cada denuncia, orden de alejamiento y sentencia «es una nueva vida que comienza». «Nuestra prioridad será siempre salvaguardar la seguridad, la libertad y la independencia de las mujeres», dijo.
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«Es mi vocación seguir practicando el acuerdo, como he hecho toda mi vida política», señaló. Por ello tendió su mano «a las administraciones autonómica y locales, a los agentes sociales y también a la oposición para que caminemos juntas. Solo desde la cooperación institucional y el diálogo vamos a poder afrontar los retos que tenemos por delante como sociedad».
Como aval para ese diálogo, Lastra puso su trayectoria: «Voy a poner toda mi experiencia para construir acuerdos en contextos complejos al servicio de España y de Asturias», indicó. En su etapa de portavoz del Grupo Socialista en el Congreso de los Diputados, recordó haber tenido «el honor de contribuir a alcanzar logros inimaginables hace tan solo unos años».
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«Creo que Asturias y España están en su mejor momento en décadas. Este Gobierno progresista ha demostrado que la competitividad económica y la prosperidad de la ciudadanía no son incompatibles», defendió.
El llanto de Olivia, la emoción familiar y la medalla de los días especiales No estaba previsto, pero pasó en el momento justo. Acababa de reconocer Adriana Lastra que le guían los «valores que aprendí en una familia asturiana trabajadora, de la que siempre estoy profundamente orgullosa. También de mi familia política, socialista». Se le quebró la voz de la emoción y, como notándolo, reaccionó Olivia, su bebé de cinco meses, rompiendo a llorar en una sala llena de trajes y uniformes. Su tía Tatiana hubo de sacarla para distraerla, labor a la que luego se entregaría con carantoñas Adrián Barbón, presidente que lucía en la solapa la medalla con la bandera de Asturias, una insignia que él mismo diseñó e hizo repartir entre los expresidentes para uso en los días más solemnes.
Entre los aciertos del Gobierno central situó el Ingreso Mínimo Vital, la apertura de la variante de Pajares, los «continuos anuncios en el BOE» ligados al Plan de Cercanías y los 450 millones en ayudas ofrecidos a Arcelor, a quien lanzó un mensaje: «Desde aquí quiero hacer un llamamiento a la multinacional para que dé el paso de aceptar la subvención. Su proyecto de hidrógeno circular es clave para el futuro de Asturias».
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Dirigiéndose al ministro de Política Territorial, pero no solo a él, le explicó que en el Gobierno del Principado tiene un aliado «también a la hora de defender los derechos de los niños, que por circunstancias dramáticas se encuentran solos en nuestro país. Aunque algunos no tengan alma, este gobierno sí que la tiene».
Con esa mano tendida, Adriana Lastra sincronizó su discurso como delegada del Gobierno central con el que viene repitiendo la Federación Socialista Asturiana (FSA) de la que es vicesecretaria de Acción Política: «Quiero lanzar un mensaje de optimismo y esperanza; tengo la convicción, y así asumo mi nueva responsabilidad, de que nos va a ir muy bien, que desde la unidad conseguiremos consolidar la 'década del cambio', que Asturias va a ser un referente económico y social para el resto de España».
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El ministro de Política Territorial, Ángel Víctor Torres, dio la bienvenida a la nueva delegada «en nombre de todo el Gobierno». «Adriana no permitirá un paso atrás en la lucha por la igualdad», apreció. Sobre sus cualidades indicó que «tiene una virtud, el diálogo y la negociación, eso no se logra, eso se tiene y con el tiempo se perfecciona». De su trayectoria destacó que como portavoz parlamentaria del Grupo Socialista en el Congreso le tocó negociar una mayoría que respaldase los estados de alarma, «una labor impagable».
La delegada saliente, Delia Losa, fue la primera en intervenir para ofrecer su apoyo a su sucesora y expresar su agradecimiento tanto al Gobierno de España como a «todos los trabajadores de la Administración General del Estado». Hizo una mención a todos los cuerpos y fuerzas de seguridad: «Cada día me habéis mostrado vuestra lealtad y espíritu de sacrificio, sois los guardianes de nuestra seguridad». Su sucesora, Adriana Lastra, reconoció como legado que había «conseguido humanizar esta institución, acercarla a la ciudadanía».
Al acto asistieron los exdelegados del Gobierno por el PP Mercedes Fernández y Manuel Marín y el socialista Antonio Trevín. También el presidente de la Junta General, Juan Cofiño y el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde.
Lastra tuvo palabras de agradecimiento al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, presente, como la vicepresidenta Gimena Llamedo, y los consejeros Ovidio Zapico y Alejandro Calvo. Del Gobierno central estuvieron el secretario de Estado Hugo Morán, y el comisionado Luis Ángel Colunga. Por parte empresarial, la presidenta de la Fade, María Calvo, y los de las cámaras de comercio de Gijón y Oviedo, Félix Baragaño y Carlos Paniceres. De UGT vino el secretario general, Javier Fernández Lanero. Entre los invitados, José Ramón Fernández Abad, párroco de Ribadesella.
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