Adrián Barbón se compromete a acometer una «reforma parcial» del Estatuto para «adaptarlo a nuestros días»

El presidente asturiano cerró los actos del Día de Asturias pronunciando unas palabras a los presentes en el Hotel Reconquista a modo de repaso de los vivido en los últimos 18 meses. Adrián Barbón, con representantes de todos los grupos políticos pendiente de sus palabras, volvió a referirse a la reforma del Estatuto de Autonomía, como ya viene haciendo en la última semana en cada uno de los actos que interviene. Siguió poniendo a punto su arranque, hoy ya matizando que se tratará de «una reforma parcial» que se «adapte a la realidad de nuestros días». Aunque el Gobierno regional deja claro que la premisa de partida será buscar acuerdos, el jefe del Ejecutivo aclaró que «diálogo no significa unanimidad». No fue casual que, para esta parte del discurso, Adrián Barbón, se refiriera a los presentes utilizando el asturiano. «La actitud de la Comisión de los 9, y su inteligencia, con un ejemplo que es donde nos tenemos que mirar sin complejos todas las fuerzas parlamentarias» No obstante, Barbón recordó que el Estatuto actual, en vigor, «es el resultado de una búsqueda consciente, tenaz, y me atrevo a decir que inteligente, del acuerdo».

El presidente asturiano subrayó que este acto, junto con el del 25 de mayo, «nos une la palabra Asturias». Tras las duras palabras del Arzobispo esta mañana hacia el Gobierno, Adrián Barbón -sin nombrarlo- señaló que una celebración como el Día de Asturias es «un acto en el que cabemos todos, sin distinción de raza, orientación sexual, creencias religiosas o formas de vida, de derechas o de izquierdas. Todos unidos por la palabra y el sentimiento común que significa Asturias». El presidente, y en esa misma línea, recordó que «derechos no significan imposiciones, sino posibilidades que el ordenamiento jurídico concede a todas las personas y que luego, cada cual, de acuerdo a sus convicciones, decide utilizar o no». Barbón exigió «defender la democracia de aquellos que quieren imponer sus ideas sin ser refrendadas por las urnas».

El presidente, y también en referencia a la Comisión de los 8, formada únicamente por hombres, exclamó «¡cuánto hemos cambiado, y para bien, a favor de la igualdad!». En este punto, Adrián Barbón presumió de que hoy «Asturias es una comunidad autonóma claramente feminista, que hace de la igualdad entre hombres y mejores uno de sus ejes vertebradores».

Una de las medallas de plata fue para el Club de Guisanderas de Asturias que estuvo representada por Sara López Corral, para dar visibilidad a las nuevas generaciones, María Argentina Peláez, de las veteranas, y, Amanda Álvarez, su presidenta, quien tomó la palabra al recoger el premio. «Nuestros locales son hostelería, que también sufrimos la pandemia y consecuencias económicas», dijo Amanda quien pidió abaratar la seguridad social, condonar impuestos y prorrogar ERTE.

La directora de Salud Pública y Medio Ambiente de la OMS, María Neira, arrancó su discurso de agradecimiento bromeando con el Club de las Guisanderas: «Os pido que cultivéis esa tradición y ayudarnos a bajar un poco el colesterol de la fabada». La asturiana, Medalla de Plata, pidió a los jóvenes «que se atrevan e investiguen, y que puedan volver a Asturias». María Neira destacó que comparte el galardón con «gente de consenso, concordia y talento para que todos tiremos de esta tierra asturiana» e instó a acometer un «desarrollo verde protegiendo los ecosistemas».

La Comisión de los Ocho, el máximo galardón concedido este año, la Medalla de Oro, eligió a Juan Francisco Casero y Francisco Bastida para recoger el galardón. Además, el diploma fue recogido por Bernardo Fernández. En el escenario también estuvieron presentes David Sosa, hijo de Francisco Sosa Wagner, Ignacio Ramón de Oto López, en representación de Ignacio de Oto, Pilar Martínez de la Vega, viuda de Juan Luis de la Ballina, y Pedro Riesco, en representación de José Manuel Riesco. El discurso corrió a cargo de Bernardo Fernández quien destacó que «fue una Comisión ideológicamente plural» y «donde todos compartíamos que había que partir de convicciones comunes y renuncias compartidas».

El acto, que no llegó a la hora de duración, se cerró con el himno de Asturias a cargo, nuevamente, del Coro Santiaguín.