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Estaba dicho: si la reforma del Estatuto de Autonomía no incorporaba la oficialidad del asturiano, el Gobierno no la impulsaría. Y así ha ocurrido. El presidente, Adrián Barbón, lo recordó ayer en su visita a Cangas del Narcea, donde confirmó que la cuestión queda aparcada ... hasta la próxima legislatura o, por lo menos, hasta que algún partido cambie de idea y lo apoye antes de concluir el presente mandato.
El nuevo panorama «nos quedó claro» tras la entrevista que Carmen Moriyón, presidenta de Foro Asturias, en La Lupa, que se emite cada sábado en ELCOMERCIO.es, donde «no una, sino tres veces» incidió en que «no alcanzamos los 27 votos y, sin ellos, no hay reforma del Estatuto, salvo que algún partido cambie de posición», lamentó Barbón.
El presidente del Gobierno criticó asimismo la postura del partido forista, acusándolo de haber cambiado de jugada a lo largo del proceso. Palabras que contrastan con las que la propia Moriyón pronunció en la entrevista, haciendo referencia a que su partido «no ha engañado a nadie» porque «no hemos cambiado de discurso» en esta negociación. «Les quiero llamar la atención sobre el elemento de la confusión que han introducido en el debate, para que reflexionen y digan la realidad», pidió Barbón. Para el presidente del Gobierno regional, el «truco» de Foro ha sido empezar aislándose del debate aduciendo que no hacía falta reformar el Estatuto, continuar dejando abierta la puerta del cambio siempre y cuando «se eliminara» la cuestión de la oficialidad y, finalmente, aprovecharse del debate a raíz de que Podemos «pusiera encima de la mesa una propuesta de medidas fiscales». «Dije por activa y por pasiva que cualquier reforma que no tuviera que ver con la meramente estatutaria necesitaba del acuerdo de las tres fuerzas de la izquierda», apuntó Barbón respecto a la última jugada.
Así las cosas, la reforma del Estatuto de Autonomía está parada a la espera de que algún partido cambie de postura y se alcancen los deseados 27 votos a favor. Barbón entiende «la frustración» de los ciudadanos ante tal complicado panorama, al tiempo que aprovechó para emplazarlos a las elecciones de 2023.
Tiró de sentimiento el presidente haciendo referencia a que los asturianos «somos un pueblo que nunca se ha rendido», por lo que «tampoco lo vamos a hacer ahora». «El año que viene, los ciudadanos tendrán oportunidad de decidir si quieren dotar de los 27 votos necesarios que permitan la reforma del Estatuto» y, por tanto, la oficialidad del asturiano.
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