Adonina Tardón: «La introducción de la vigilancia de la salud en el trabajo es un coste eficiente»

Se refería la doctora Tardón, concretamente, al objetivo de «promover el cultivo de la ciencia», propósito al que ella ha dedicado buena parte de su vida. Figura, de hecho, entre los científicos más destacados del país en el ránking del CSIC, el Centro Superior de Investigaciones Científicas, y ha liderado el proyecto europeo 'Cancer Prevention at Work', que busca el modo de erradicar la bacteria 'helicobacter pylori' como principal factor de riesgo del cáncer de estómago. Con dicho proyecto se pretende demostrar que incorporar estrategias de prevención de cáncer en el trabajo es una estrategia de alto impacto frente a la infección crónica y la patología oncológica.

«Lo que ahora me ocupa es ser capaz de mostrar que la introducción de la vigilancia de la salud en el trabajo es un coste eficiente. Hay determinaciones que pueden erradicar la infección crónica relacionada con el cáncer», expuso durante su discurso de ingreso en la Real Academia de Medicina. Bajo el título de «Mi diosa la Epidemiología», Adonina Tardón hizo un repaso de sus 40 años de trayectoria profesional y de la evolución de la Medicina Preventiva y la Salud Pública, «desde su etapa primitiva, a la epidemiología de las enfermedades infecciosas, las enfermedades crónicas y la epidemiología actual, con sus diferentes apellidos: ocupacional, nutricional o ambiental».

Y en ese resumen de cómo la doctora Tardón ha ido «escalando» las diferentes etapas del método epidemiológico, destacó su trabajo como parte del proyecto 'Cancer Prevention at Work' y también de la red INMA (Infancia y Medio Ambiente), de la que «me siento especialmente orgullosa». Dio las gracias, de hecho, a las embarazadas que participaron en la cohorte iniciada en 2004 con el fin de determinar el papel de las exposiciones ambientales en el desarrollo de aquellos recién nacidos.

Como también dio las gracias a quienes la apadrinaron en su ingreso en la Rampra. O a «mis dos maestros»: el doctor Fernando Ruiz-Falcó López, que fuera director de la Escuela Nacional de Sanidad, y al doctor Antonio Cueto Espinar, «con quien entré en la Universidad de Oviedo, una persona muy importante para mi». La casualidad ha querido que el ingreso de Adonina Tardón en la Academia asturiana de la Medicina coincida con el quinto aniversario del confinamiento por covid-19 -un virus que ella conoce bien- y con una sesión en el Congreso de los Diputados que ha echado por tierra la creación de la Agencia Estatal de Salud Pública. Ente que ella reivindicaba para Asturias y de la que siempre se ha mostrado firme defensora.