«Tiene que haber regulación porque lo contrario sería la anarquía»
Adolfo Menéndez Menéndez | Jurista ·
Administrativista y titular de la Cátedra Cervelló, presenta mañana el libro 'Estado y mercado' en la Universidad Europea del AtlánticoAdolfo Menéndez Menéndez | Jurista ·
Administrativista y titular de la Cátedra Cervelló, presenta mañana el libro 'Estado y mercado' en la Universidad Europea del AtlánticoAdolfo Menéndez (Gijón, 1958) es autor de 'Estado y mercado' (Aranzadi, 2021), un volumen de casi 700 páginas que se asoma a la relación entre la Administración y el mercado sin prejuicios, «con una visión abierta, viendo lo que ocurre y lo que puede ocurrir», ... revela el administrativista, abogado del Estado, subsecretario de Defensa y Fomento (1996-2004) y titular de la Cátedra José María Cervelló. Defensor de la «reflexión permanente» sobre la práctica profesional, decidido a situar a la persona en el centro del debate, presenta mañana este libro en Santander, en la Universidad Europea del Atlántico.
Publicidad
-¿Estado y mercado, aliados siempre y en todo caso?
-Pensamos que sí. No es baladí el título del libro: 'Estado y mercado', y no Estado o mercado. Básicamente, por dos razones. La primera es estrictamente jurídica: es lo constitucional, la Constitución contempla esa colaboración y excluye los extremos. La segunda es una razón práctica, económica y social. Por ejemplo, pensemos qué habría sido de nosotros en estos años si no tuviésemos sanidad pública, la Unidad Militar de Emergencia, Guardia Civil, etc. Y hay otra parte que es la iniciativa privada, el mercado, que es absolutamente imprescindible: crea empleo, tiene más capacidad de dinamismo y de actividad. La propia Constitución establece que la Administración tiene que actuar siempre sujeta al derecho y al servicio del interés general. Sin embargo lo que no dice -iría contra el articulado- es que el interés general sea monopolio de la Administración. También el sector privado participa y el equilibrio entre las dos cosas es lo que, a mi juicio, da más competitividad global. Si tienes buenas empresas y buenos administradores -diplomacia, etc.-, tienes una combinación que te coloca en buena situación para competir.
-En general, ¿España tiene una buena regulación económica?
-La respuesta es clara: sí. España tiene una regulación y un entramado institucional, constitucional, de primerísimo nivel. Visto, como lo tratamos en el libro, desde una perspectiva global, el debate que se está produciendo estos años se expresa en la idea: regulación sí, regulación no. Sin embargo, desde el punto de vista jurídico, ese no es el debate, sino: buena regulación o mala regulación. ¿Por qué? Tiene que haber forzosamente regulación porque lo contrario sería la anarquía; no es aconsejable. Y en segundo lugar, porque una buena regulación que no sea intrusiva, que permita que el mercado funcione correctamente y que combine la actuación del Estado y del mercado de manera eficiente, resulta un elemento decisivo para competir hacia afuera. En el mundo global, es la perspectiva que hay que tener siempre en la cabeza.
Diría una ultima cosa: una buena regulación no es masiva, permanente, variable, etc., sino con unos principios que garanticen la seguridad jurídica, y desde el punto de vista económico, la certeza que tienen que tener los inversores para saber en qué terreno se mueven y medir los riesgos.
Publicidad
-En España confluyen leyes estatales, autonómicas, de la UE... ¿Hay equilibrio en este sentido?
-Desde el punto de vista jurídico hay un equilibrio porque hay un entramado institucional correcto. Pero mirando al futuro, hay que replantearse si esta dispersión normativa es buena o no. Jurídicamente, todo tiene una solución, porque hay una distribución de competencias o de jerarquía de normas que lo garantiza, pero, desde el punto de vista de la gestión, me atrevería a decir que cuanto más trabajemos por la unidad de mercado mejor forma habrá de competir. Desde esa unidad podremos salir, en colaboración con otros países, a competir mejor.
-El lenguaje administrativo es en ocasiones poco accesible, casi un idioma propio. ¿Habría que enseñarlo en las escuelas?
-Soy administrativista y, por tanto, culpable también de esa forma de hablar (ríe). Creo que tiene razón: es necesario hacerse entender y hacer las cosas más accesibles. Por otro lado, la educación tiene que moverse dentro de los grandes valores sociales. Ahí está también una parte de los principios del derecho administrativo, de la economía..., pero deben formar parte de un conjunto, de un todo. Formar especialistas nada más, quizá la tentación de nuestro tiempo, es una mala tentación. Lo que importa es la visión general que da la educación. Los especialistas tenemos que intentar hacernos inteligibles, pero eso no significa que haya que ir a una hiperespecialización. Por ejemplo, relegar las humanidades clásicas es un disparate, y ahora en Occidente tratamos de volver atrás en el mejor sentido. A veces, para avanzar hay que volver a atrás.
Publicidad
-¿Y cómo regular en un mundo tan globalizado?
-Esto centra bien dónde está parte del problema. Estamos en una economía y un mundo globales, pero no tenemos un derecho global. Seguimos teniendo derecho internacional. La manera de salir adelante es progresiva; primero teniendo claro que vamos a una mayor integración y hacia una regulación con identidad funcional.
La característica jurídica más significativa de la globalización es que el derecho internacional básico es un derecho de relaciones entre estados. La globalización produce nuevos protagonistas: esos estados, las grandes corporaciones, las organizaciones no gubernamentales e, incluso, las personas individuales. Hay muchas cosas que los europeos no podemos llevar directamente ante los organismos de la Unión Europea, necesitamos hacerlo a través de los estados porque no hay una legitimación directa. Uno de los grandes retos es equilibrar esa relación sin perder nunca de vista, a mi juicio, la clave: las personas.
3 meses por solo 1€/mes
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión
Te puede interesar
Publicidad
Utilizamos “cookies” propias y de terceros para elaborar información estadística y mostrarle publicidad, contenidos y servicios personalizados a través del análisis de su navegación.
Si continúa navegando acepta su uso. ¿Permites el uso de tus datos privados de navegación en este sitio web?. Más información y cambio de configuración.