José Luis Balbín, en su domicilio madrileño, desde donde nunca dejó de mirar hacia Asturias EC

Adiós a José Luis Balbín, una figura «imprescindible e histórica de la televisión»

Políticos y compañeros de profesión lamentan el fallecimiento del que fuera presentador de 'La Clave'

Ana Ranera

Gijón

Jueves, 23 de junio 2022, 16:08

La pena se esparce hoy como el humo de la pipa que José Luis Balbín tenía siempre contenida entre sus labios. Su muerte reparte la desolación, entre quienes crecieron y maduraron, viéndolo guiar 'La clave', aquel emblemático programa de debate, en el que se hablaba ... de asuntos que, en aquellos años de Transición, estaban condenados al silencio.

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Este asturiano, de Pravia, fue y será siempre una pieza fundamental en el periodismo, por eso, el presidente del Senado, Ander Gil, lo recordaba como un «pionero». Una palabra certera para rememorar «a una figura imprescindible», como lo definía el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo. Y, esta vez, dan igual los partidos, todos los políticos coinciden en calificarlo como un «histórico de la televisión», como apuntaba la presidenta del Congreso, Meritxell Batet.

'La Clave' fue «un hito», lo tiene claro el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, porque, en ese plató el diálogo «era el pilar para contribuir a forjar una sociedad mejor», según señalaba la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas.

Y de su valor personal y profesional saben también sus muchísimos colegas de andanzas, como Isabel San Sebastián, quien lo consideraba un hombre «independiente y valiente» porque fue un referente «para varias generaciones de periodistas», como señalaba Nieves Herrero. «Nos enseñó a saber escuchar y nos enseñó que todas las opiniones merecían un respeto», añadía.

No son aprendizajes baladí, por eso, el Colegio Profesional de Periodistas de Asturias, su tierra natal y del alma, lo quiere recordar como «un vitalista infatigable y, por encima de todo, un hombre comprometido con el rigor y la verdad». Y, por su parte, el Ayuntamiento de Pravia, hablaba de él como «un ejemplo», al que habrá que seguir mirando, aunque ya se haya apagado la pipa que aprisionaban siempre sus labios.

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