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Diez días lleva Asturias sin tráfico ferroviario con la meseta. Un argayo entre las estaciones de Campomanes y Puente de los Fierros provocó el descarrilamiento de un tren de mercancías, el quinto que se salía de la red ferroviaria regional en noviembre. El maquinista tuvo que ser excarcelado y pudo salvar la vida. El bobinero se transformó en un amasijo de metal que ejercía de tapón en el túnel número 73 de la rampa de Pajares. El intenso trabajo de las cuadrillas de Adif está permitiendo encauzar la situación y ya se trabaja con la previsión de reabrir el paso el viernes.
«Se está trabajando en tres turnos durante las 24 horas para restablecer el servicio lo antes posible», indica la empresa Adif en una comunicación en la que agradece «el esfuerzo de todos los profesionales que, desde la semana pasada, se han volcado en los trabajos para liberar la infraestructura de los restos del tren de mercancías accidentado».
La zona del suceso está en trinchera, lo que reduce el margen de maniobra y ha complicado los trabajos. El primer paso del operativo consistió en remolcar los siete vagones de la composición que no se vieron afectados por el accidente. Al lugar se envió una máquina cizalladora y un tren grúa. Con ella se rescataron las bobinas de los otros cuatro vagones siniestrados, que presentaban daños que impedían su arrastre. La cizalladora se encargó de reducir a chatarra los vagones y después procedió contra la propia locomotora, que había quedado doblada y encajada en el túnel. Se trata de una máquina de 138 toneladas de peso que había quedado irrecuperable.
La locomotora es ya historia de la rampa de Pajares. Los equipos de fibra óptica están trabajando para reponer el tendido por la boca sur del túnel. En Puente de los Fierros están listas las tolvas de balasto y una bateadora para reponer la infraestructura en los 200 metros en los que fue dañada. La previsión es que trabajen a lo largo de la tarde y la noche para dar luego el relevo a las cuadrillas que deben reponer la catenaria. Los trabajadores avanzan con el objetivo de restituir el paso mañana para reabrir al tráfico ferroviario el viernes, si las condiciones meteorológicas lo permiten. De lograrlo, Asturias cerraría un paréntesis de once días sin trenes con la meseta.
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