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EFE
Martes, 3 de marzo 2020, 14:05
La Audiencia Provincial acoge a partir del próximo miércoles el juicio contra 38 acusados a los que se les imputan los delitos de pertenencia a grupo criminal y contra la salud pública por traficar supestamente con cocaína, heroína y hachís, unos hechos por ... los que la Fiscalía solicita penas de entre 4 años y 12 años de prisión.
El tribunal de la Sección Segunda de la Audiencia ha reservado varias sesiones para el desarrollo del juicio contra los 38 acusados de distribuir la droga principalmente en Pola de Lena, Mieres, Turón, Olloniego, Oviedo y Gijón.
La Fiscalía sostiene que los acusados formaban parte de dos grupos criminales organizados entre los que destacaba la figura de un cabecilla, que era la persona encargada de la toma de decisiones sobre la adquisición y distribución de la droga, su lugarteniente, que la repartía a los escalones inferiores, los que actuaban como «lanzaderas» para garantizar las entregas y los distribuidores.
Las dos organizaciones fueron desmanteladas en una operación policial gracias a las intervenciones telefónicas de la Policía que, según la versión fiscal, permitieron constatar los contactos que mantenían entre sí los distintos acusados y facilitaron el conocimiento de su funcionamiento interno como organización.
Uno de los grupos se dedicaba principalmente a la distribución de cocaína, mientras que el otro tenía su principal fuente de ingresos en la venta de heroína.
La Policía efectuó varios registros domiciliarios donde se intervinieron en total en poder de los acusados 52,36 gramos de cocaína, 1.879 gramos de heroína, 492.856 gramos de resina de cannabis, 75 gramos de hachís, 19,05 gramos de marihuana, así como 70 comprimidos de metadona.
Además, les decomisaron dinero que ascendía globalmente a 104.362 euros que según la Fiscalía procedía del tráfico de drogas, así como cinco teléfonos móviles, dos básculas de precisión y recortes de plástico.
El grupo que se dedicaba al tráfico de heroína adquiría las sustancias estupefacientes en Salamanca y contactaba con sus proveedores vía mensajes de texto en el móvil para luego llevar a cabo encuentros personales.
Uno de los acusados, al ser detenido, hizo ademán de agredir a dos agentes, lanzando el brazo hacia atrás para zafarse de ellos, lo que llevó a que tuvieran que inmovilizarle, provocando un forcejeo, que causó lesiones a ambos policías, por lo que la Fiscalía solicita que sea condenado además por los delitos de atentado y lesiones.
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